El Papa que sustituya a Benedicto XVI, quien renunció por fatiga, debe crear “una atmósfera más abierta” a los temas modernos, indicó este lunes el teólogo brasileño, Leonardo Boff, que “alabó” al pontífice por tomar la decisión apegado al sentido de servicio del papado.
“Esperamos que otro Papa cree una atmósfera más abierta, que los cristianos puedan dialogar con la cultura moderna sin las tantas sospechas y críticas que el actual papa hacía”, dijo Boff al canal multiestatal Telesur, con sede en Caracas.
Boff, alumno de Benedicto XVI y figura central de la “Teología de la liberación”, a la que el pontífice se opuso con vigor aun siendo el cardenal Joseph Ratzinger y prefecto de la Congregación de la Santa Fe, definió a su antiguo maestro como una figura “muy controvertida y compleja”.
“Una cosa es la figura de la persona, que es extraordinaria, fina y otra la figura del Papa como alguien portador de un poder sagrado, y utiliza ese poder de una manera muy romana, de sentido burocrático, duro”, señaló.
Según el escritor y filósofo “eso ha hecho que muchos no sientan más a la Iglesia como un hogar espiritual” y creó una atmósfera de “temor y de control”, algo que espera pueda cambiar el próximo pontífice, que se elegirá a finales de marzo.
Sin embargo, Boff, que colgó los hábitos en 1992 por desavenencias con el Vaticano, elogió a Benedicto XVI por los motivos de su renuncia, una decisión inédita en seis siglos que sorprendió al mundo, aunque no a él, señaló.
“Él tiene un sentido muy concreto que muchos papas no han tenido: que el Papa es una función, un servicio y cuando uno no alcanza a realizarlo, se aleja, se jubila y renuncia (…) Yo lo alabo en eso”, señaló.
“Varias veces el Papa había aludido que sentía los límites de su naturaleza, sean físicos o psicológicos. Ya apuntaba a una eventual renuncia, yo lo esperaba efectivamente”, apuntó.