Cincuenta es la cantidad de lesionados en la cárcel de Llancahue en Valdivia, tras autoinferirse heridas en protesta por presuntos malos tratos.

La acción corresponde a una radicalización de la huelga de hambre que por cuatro días llevan los reclusos de los módulos 43 y 44, quienes acusan abuso de poder de parte del personal de Gendarmería, solicitando mejoras en las condiciones carcelarias.

El director regional de la Institución, Richard Oyarzún, confirmó que del total de los heridos, siete de ellos debieron ser trasladados hasta el Hospital Base de Valdivia, debido a que presentaban lesiones de diversa consideración, mientras que el resto fue atendido en el mismo recinto penal.

Oyarzún dijo no entender cuál fue el motivo de la radicalización en esta huelga, argumentando que ya existían avances en las conversaciones para alcanzar una salida al problema.

En tanto, uno de los reclusos aseguró que la medida surgió luego que personal de la institución allanó ambas unidades con excesiva violencia, motivo por el cual llamaron al seremi de Justicia, Alejandro Paredes, a que se acerque al recinto para buscar una solución a sus demandas, y de este modo, garantizar la integridad física de los reos.

Según Gendarmería, en el allanamiento fueron incautadas treinta armas cortopunzantes, las cuales, presumiblemente, fueron utilizadas para inferirse heridas.

De los lesionados trasladados al principal recinto de salud de la región, cuatro ya fueron devueltos a la unidad penal.