El gobierno boliviano se quejó por la detención y formalización de los tres militares bolivianos que traspasaron la frontera chilena portando un fusil de guerra y argumentando que la patrulla se encontraba persiguiendo a un grupo de contrabandistas, catalogando la detención como un gesto poco amistoso y desproporcionado.

El ministerio de Defensa boliviano señaló en un comunicado que los soldados del Ejército de Bolivia: Alex Choque Quispe, Augusto Cárdenas García y José Luis Fernández Choque, realizaban un operativo de persecución en la zona boliviana de Challumajahuira antes de cruzar la frontera y ser detenidos.

Desde el Gobierno también aseguraron que la formalización de sus compatriotas constituye un gesto poco amistoso y una decisión desproporcionada de las autoridades chilenas.

El diputado del Partido Comunista por la región de Tarapacá, Hugo Gutierrez, mencionó que el contrabando es un gran problema en la zona y que el gobierno debería buscar soluciones conjuntas con el vecino país, mostrándose en desacuerdo con la detención de los militares.

El fiscal regional de Tarapacá, Manuel Guerra, entregó algunos detalles de la investigación y puso en duda el testimonio de los imputados, en particular la parte donde mencionaron no conocer dónde se encuentra la frontera entre los dos países.

El fiscal, también comentó que ve lejana la posibilidad de la expulsión de los militares y aseguró que deberán cumplir una posible condena en nuestro país.

La pena para el delito de porte ilegal de armamento de guerra, es de 5 a 10 años de cárcel, pero como los acusados no tienen antecedentes arriesgan sólo 5 años y un día.