La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, tiene un coágulo sanguíneo entre el cerebro y el cráneo, dijeron el lunes sus médicos, aunque auguraron la “completa recuperación” de la secretaria de Estado, que permanecía hospitalizada en víspera de Año Nuevo.

Una tomografía de rutina reveló el domingo la formación de una “trombosis venosa”, indicaron los doctores Lisa Bardack, del Mount Kisco Medical Group, y Gigi El-Bayoumi, de la Universidad George Washington.

Describieron el problema como “un coágulo en la vena que se encuentra en el espacio entre el cerebro y el cráneo detrás de la oreja derecha. No provocó una apoplejía o daño neurológico”.

Clinton fue ingresada en el Hospital Presbiteriano de Nueva York el domingo tras descubrirse la trombosis y está siendo tratada con anticoagulantes para disolver el coágulo.

Clinton será dada de alta “una vez que se haya establecido la dosis de la medicación”, anunciaron.

“En todos los otros aspectos de su recuperación, la secretaria (de Estado) está teniendo un excelente avance y estamos seguros de que tendrá una completa recuperación. Ella está de buen ánimo, colaborando con sus médicos, su familia y su personal”, añadieron en el comunicado.

Su principal asesor, Philippe Reines, dijo el domingo que Clinton permancería hospitalizada 48 horas tras ser ingresada para realizarse controles y seguir un tratamiento con anticoagulantes.

La diplomática no ha sido vista en público tras sufrir un virus estomacal al regresar de un viaje a Europa el 7 de diciembre.

La ausencia en la vida pública de la integrante más popular del gabinete del presidente Barack Obama es rara, ya que Clinton ha sido un pilar de la política exterior del mandatario, viajando casi un millón de kilómetros durante cuatro años en el cargo.

Sin embargo, Clinton, de 65 años, ha dejado claro que tiene intención de abandonar el cargo en las próximas semanas, una vez que el senador John Kerry, nominado por Obama para sustituirla, sea confirmado por el Senado.

El virus estomacal que sufrió a su regreso de una gira por Praga, Bruselas, Dublín y Belfast le provocó deshidratación y un posterior desmayo, con el cual sufrió una conmoción cerebral.

De acuerdo con un reporte de prensa en el sitio web BuzzFeed, Clinton estaba siendo atendida en medio de fuertes medidas de seguridad en el noveno piso del Hospital Presbiteriano de Nueva York, conocido como el ala VIP del centro médico, donde a su esposo, el ex presidente Bill Clinton, le realizaron una cirugía de bypass en 2004.

La hija de la pareja, Chelsea, fue vista saliendo del hospital visiblemente disgustada el lunes, informó el New York Daily News.

Este no es el primer problema de salud de Hillary Clinton. En 1998, la entonces primera dama tuvo un coágulo de sangre en la pierna que, según dijo al New York Daily News, fue “aterrador porque hay que tratarlo inmediatamente – uno no quiere arriesgarse a que se desprenda y llegue al cerebro o al corazón o los pulmones”.

Otrora una figura controvertida, Clinton tiene ahora índices de aprobación superiores al 60%. Y muchos creen que se postulará de nuevo a la Casa Blanca en el 2016, a pesar de ser derrotado por estrecho margen por Obama en la nominación demócrata en 2008.

Un sondeo de Gallup publicado el lunes mostró que Clinton encabeza nuevamente una lista anual de las mujeres más admiradas por los estadounidenses, con el apoyo del 21% de los encuestados. La política ha sido la primera de la lista 17 veces, un hito según Gallup.

La larga ausencia de Clinton de la vida pública generó reclamos de algunos de sus más feroces críticos, que señalaron que estaba fingiendo una enfermedad para evitar testificar este jueves ante los legisladores que investigan un ataque mortal en un consulado estadounidense en Libia.

El ataque del 11 de septiembre al consulado en Bengasi, este de Libia, en el que perdieron la vida el embajador estadounidense, Chris Stevens y tres funcionarios, desató una tormenta política en Estados Unidos. Una investigación posterior del Departamento de Estado determinó que la seguridad del lugar era “claramente insuficiente”.