El sismólogo y académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, Jaime Campos, explicó este sábado que la actividad sísmica que ha ocurrido en los últimos días frente a Curanipe y Pelluhue, Región del Maule y en Cobquecura, se debe a que son zonas donde comenzó el terremoto del 27 de febrero de 2010, y que en ese momento éste liberó poca energía y ahora la “está disipando”.

“A nosotros esto no nos sorprende porque esas zonas fueron donde partió el terremoto, donde hubo la ruptura sísmica del 27F, que fue un fenómeno que tuvo más de 450 kilómetros de extensión, por lo tanto, desde allí parte hacia el norte, rompiéndose hasta más al norte de Constitución y, hacia el sur, rompiéndose hasta más al sur de Concepción, hasta más o menos la zona de Tirúa”, recordó Campos.

“Los sismólogos, al analizar los datos que logramos levantar con el terremoto, nos dimos cuenta después que allí, donde comenzó el terremoto, liberó poca energía durante el sismo, por lo tanto allí quedó energía acumulada. Y las réplicas se entienden como gatilladores de esta energía que queda acumulada y que no se rompió con el evento principal”, sostuvo.

“Por lo tanto, -agregó-, esta actividad anómala que ocurrió frente a Curanipe, ahora, Cobquecura, estos días, responde totalmente al patrón de comportamiento de las réplicas y los eventos más chiquititos son réplicas del evento mayor que fue de 5,2 grados, eso es lo que esperábamos y no nos sorprende”, dijo el experto.

Sostuvo que esta energía está desgastándose y su disipación podría demorar cuatro a cinco años, por la magnitud que fue el terremoto del 27F.