La guerrilla colombiana de las FARC que emprendió en Cuba diálogos de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, pidió este lunes los restos de su comandante Raúl Reyes y otros guerrilleros muertos en Ecuador en 2008, en una carta dirigida a Bogotá, Quito y la Cruz Roja Internacional.

La solicitud, calificada de “urgente” y “humanitaria” busca “la repatriación de los restos humanos de combatientes de las FARC abatidos en Sucumbíos, zona fronteriza con la república de Ecuador”, reza un aparte de la carta divulgada en la página en internet de esa guerrilla (www.farc-ep.co).

El 1 de marzo de 2008, un bombardeo del Ejército colombiano contra un campamento de las FARC descubierto en territorio ecuatoriano próximo a la frontera con Colombia, acabó con la vida de Reyes, quien ese momento era el segundo al mando de las FARC, y de otras 25 personas, entre ellas un ecuatoriano.

A raíz de ese ataque, Ecuador rompió relaciones con Colombia, las que fueron restablecidas el 26 de noviembre de 2011.

“Nos permitimos solicitar que nuestros compañeros muertos (cuyo número no precisa), sean repatriados a la mayor brevedad posible, con sus respectivos exámenes forenses para ser identificados y puestos en manos de sus familiares a fin de que se les de sepultura digna”, agrega el texto firmado por el estado mayor de las FARC, la cúpula de esa guerrilla.

La declaración añade que “aunque el cuerpo sin vida del comandante Raúl Reyes fue trasladado a Colombia, hasta el momento las autoridades no han dado razón del paradero de sus restos mortales. Es necesario que sus familiares, dolientes y el país en general sepan de su destino”, puntualiza.

Según las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FRAC), realizan esta solicitud “dentro del afán que nos acompaña para hacer brillar la verdad en este proceso de paz que se inicia”.

Las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina con unos 9.200 combatientes, inició el pasado 19 de noviembre en La Habana un diálogo directo con el gobierno del presidente Santos con el objetivo de poner fin a un sangriento conflicto armado de casi 50 años.