El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, afirmó este miércoles que la única salida al caso de Julian Assange es que el gobierno británico conceda el salvoconducto para que viaje asilado a Ecuador, horas antes de una reunión entre ambos países en Nueva York sobre este caso.

Durante un evento al margen de la Asamblea General de la ONU, en el cual el fundador de WikiLeaks participó vía satélite, Patiño afirmó que Ecuador está “absolutamente preparado” para dar refugio a Assange en su embajada en Londres el tiempo que sea necesario.

“La única salida, no es una salida antojadiza, es la única salida legal. No vemos ninguna otra alternativa que la decisión del gobierno británico de concederle el salvoconducto al señor Assange”, dijo Patiño, al adelantar su posición para la reunión del jueves con su contraparte británica, William Hague.

El canciller británico ya había augurado el martes que la solución del caso del australiano Assange, en la embajada ecuatoriana en Londres desde el 19 de junio, llevaría “un buen tiempo”, dando a entender que no habría ningún avance significativo en Nueva York.

Pese a que Patiño dijo que iba a la reunión con Hague con “el mejor de los ánimos” y la “esperanza” de hallar una solución, insistió una y otra vez que la única opción es que Londres dé “el salvoconducto como una manera, no solo de solucionar un impasse (…), sino para defender los derechos humanos de Assange”.

Si Gran Bretaña se rehúsa, “¿será justo, será humano, que lo pretendan mantener en la embajada ecuatoriana durante meses o años?”, preguntó Patiño.

Pero Ecuador está “dispuesto” a “enfrentar todas las implicaciones que se puedan producir”, reiteró.

“Los riesgos creo que son más grandes para quienes no aceptarán la necesidad histórica de poner en libertad al señor Assange, porque en este momento esta siendo perjudicado con la no liberación”, aseveró.

“Les hablo hoy como un hombre libre”, saludó Assange vía satélite, en una transmisión que no se entendió por momentos por fallas técnicas.

“Es tiempo de que Estados Unidos cese su persecución de WikiLeaks”, dijo Assange, que vestía una camisa azul y una corbata vinotinto.

El australiano, de 41 años, se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres después de agotar todos los recursos en contra de su extradición de Gran Bretaña a Suecia, donde la justicia quiere interrogarle por acusaciones de agresión sexual.

Assange teme que Suecia le entregue a Estados Unidos, donde podría ser procesado por haber revelado documentos diplomáticos estadounidenses.