Un innovador sistema de riego, que considera la instalación de sensores que midan directamente en la planta el estrés hídrico, están implementando las empresas DreamLine y Wiseconn, en el marco de un proyecto cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura.

La iniciativa cobra especial relevancia en el escenario de déficit de agua que afecta al país desde hace tres años y que tiene bajo Zona de Emergencia Agrícola a 129 comunas, de las cuales 108 registran déficit hídrico, según cifras de CNR.

En este panorama poco alentador, la disponibilidad óptima de agua para los cultivos agrícolas se transforma en una condición indispensable para obtener el potencial productivo de las especies y variedades de interés agronómico-comercial.

Hoy la detección de estrés hídrico se realiza principalmente en forma indirecta, sobre la base de mediciones de contenido y potencial del agua en el suelo o a través de estimaciones de la evapotranspiración de los cultivos

“Sólo para algunas especies se han desarrollado técnicas de medición del potencial hídrico en diferentes órganos de la planta, pero todas estas técnicas se realizan esporádicamente y no dan cuenta del estatus hídrico de la planta en tiempo real, por lo cual sus aplicaciones son limitadas”, explica el coordinador de la iniciativa, Cristóbal Rivas.

Para superar estas limitantes, el proyecto está desarrollando una innovación tecnológica que permita determinar el estrés hídrico directamente en la planta, y en forma continua durante toda la temporada productiva. Con ello se busca no sólo optimizar el manejo del riego, sino que además incrementar la eficiencia en el uso del agua, la productividad y calidad de la producción, aspectos claves para el futuro de la industria frutícola.

El año pasado las exportaciones de fruta fresca sumaron US$4.018 millones, registrando un incremento de 11,6% respecto del 2011. Estas cifras la posicionan como el rubro más relevante, dentro de la agricultura nacional, en cuanto a retornos.

Innovación “made in Chile”

El objetivo final es obtener una versión comercial de sensores para la detección de señales eléctricas en plantas frutales que representen condiciones de disponibilidad hídrica. Estos se integrarán con un sistema de telemetría, obteniendo una forma de visualización e interpretación a través de un software especializado, para el proceso de toma de decisiones óptimas de riego por parte de los agricultores.

“La información que se obtenga, permitirá detectar situaciones de estrés hídrico temprano y realizar una operación programada y/o automatizada de los sistemas de riego tecnificado. Así se mejorará el uso de agua y energía y la calidad de frutas destinadas a los mercados de exportación”, explica Maurice Streit, ejecutivo de innovación de FIA y supervisor de la iniciativa.

Además, el proyecto realizará la investigación necesaria para evaluar y calibrar la respuesta de plantaciones frutales manejadas con diferentes estrategias de riego, por medio del equipamiento electrónico producido y en adaptar sistemas computacionales de procesamiento de datos.

“Queremos posicionar esta tecnología en el mercado nacional e internacional de potenciales usuarios, principalmente agricultores que utilizan este tipo de variables agronómicas para la toma de decisiones respecto del manejo hídrico de sus plantaciones productivas”, agrega Rivas.

Para esto, se ha ideado un plan de transferencia tecnológica directa, implementada con Tecnologías de Información y Comunicación (TICs).

La iniciativa también incluye la definición e implementación de un servicio de apoyo agronómico para los productores frutícolas, que les permita implementar adecuadamente las prestaciones de los productos del proyecto. Este modelo considera la venta, arrendamiento, leasing -con o sin soporte técnico-científico de interpretación de datos- y recomendaciones técnicas de estrategias de riego para las empresas que incorporen la nueva tecnología.

Actualmente, se desarrolla la etapa de prueba de diversas alternativas en los sensores, previéndose contar, antes de octubre, con el primer prototipo 100% funcional tanto de electrodos como de electrónica de adaptación. Éste será instalado en un campo de la Región del Maule.