El ministro del Interior colombiano, Federico Renjifo, participará este lunes en un encuentro con voceros de las comunidades indígenas del departamento de Cauca (suroeste) que piden el retiro de la fuerza pública y la guerrilla de esa zona del país, dijo a la AFP una fuente oficial.

“El ministro se sumará a una reunión prevista entre funcionarios del gobierno y delegados de los indígenas del norte del Cauca”, señaló la fuente, del ministerio del Interior.

Renjifo dialogará con los aborígenes para tratar de encontrar caminos y soluciones a los problemas de la región, fuertemente afectada por la presencia de la guerrilla de las FARC, que tiene en la zona uno de sus más importantes bastiones, refirió la fuente.

Desde hace dos semanas los indígenas vienen reclamando la salida de sus territorios de los actores armados del conflicto, al considerar que las únicas víctimas de la confrontación son los habitantes de los pueblos allí localizados.

La decisión de los aborígenes llevó a una serie de enfrentamientos con la fuerza pública, que dejaron como saldo la muerte de un indígena y de un campesino, en hechos que investigan las autoridades.

El jueves, al término de una reunión con delegados de la ONU y la Defensoría del Pueblo (Ombusdman), dirigentes indígenas propusieron la instalación de una mesa de negociación y el cumplimiento por el gobierno de lo que llamaron ‘cuatro mínimos’.

Entre sus peticiones, los voceros de la etnia Nasa-Paez solicitaron que la Fiscalía no procese a los miembros de la comunidad que enfrentaron al ejército, que la policía suspenda la vigilancia que ejerce sobre 32 heridos que participaron en las refriegas, y que la ONU y la Defensoría del Pueblo sean garantes del diálogo.

Finalmente, insisten en que el ejército abandone el cerro El Berlín, cercano a la población de Toribío (Cauca), donde los militares vigilan varias torres de telecomunicaciones y una amplia zona del norte de Cauca.

El Cauca es una de las regiones de Colombia donde es más intenso el conflicto armado, y es señalada también como una zona importante de cultivos de marihuana y coca, así como un estratégico corredor para la salida de las drogas hacia el océano Pacífico.