Por lo menos 14 civiles sirios murieron el jueves en actos de violencia en las provincias de Idleb, Homs y Hama, en el centro de Siria, donde ocho militares y un insurgente también perdieron la vida, según una ONG siria.
Nueve personas murieron, incluyendo a tres civiles, a causa de cohetes y disparos del ejército en la ciudad de Homs, en la provincia del mismo nombre, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Otros tres civiles murieron cerca de la ciudad de Quseir, a poca distancia de Líbano, bajo el fuego de los soldados. Dos militares y un rebelde también murieron en combates en esa zona.
Cinco civiles perdieron la vida en un ataque militar contra las aldeas cercanas a la ciudad de Maaret al Nooman, en la provincia de Idleb. Y tres soldados murieron en combates a poca distancia de esa ciudad.
En la provincia de Hama, tres civiles y dos soldados murieron en un ataque contra su vehículo, según el OSDH, cuya sede se encuentra en Gran Bretaña.
En Alepo, la segunda ciudad del país, hombres armados mataron a un coronel un día después del asesinato de un oficial en esa misma ciudad, según el OSDH.
La agencia oficial siria SANA indicó por su parte que “un grupo terrorista armado” mató en Alepo a dos oficiales del ejército el jueves.
La violencia continúa a pesar de que la ONU anunció esta semana que el régimen de Bashar al Asad había aceptado un plan del emisario internacional Kofi Annan que preconiza el fin de la violencia de todas las partes bajo supervisión de las Naciones Unidas, la distribución de ayuda humanitaria y la liberación de las personas detenidas arbitrariamente.