Las ejecuciones de dos condenados por un atentado en Belarús anunciadas este domingo causaron una “profunda conmoción” en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), indicó su presidente, el diputado francés Jean-Claude Mignon, en un comunicado.

“Se ha cometido lo irreparable. Las autoridades de Belarús no han escuchado de nuevo los numerosos llamados de la comunidad internacional a la clemencia”, deploró Mignon.

El Consejo de Europa, cuya principal misión es defender los derechos humanos y la democracia, pide desde 1996 la abolición general de la pena de muerte.

Belarús ejecutó el viernes a Vladislav Kovalev y Dimitri Konovalov, ambos de 25 años de edad, condenados a muerte por un atentado en el metro de Minsk en 2011, anunció el domingo la televisión estatal.

Es el único país europeo que no pertenece a la organización, creada en 1949 e integrada por 47 Estados.

El miércoles pasado el presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, rechazó el pedido de gracia para Konovalov y Kovalev, condenados el 30 de noviembre de 2011 a la pena capital.

Konovalov fue condenado por haber preparado una bomba y hacerla estallar en una estación de metro y Kovalev por complicidad.

El atentado, el peor en Belarús desde su independencia, había sido atribuido por el régimen de Lukashenko a enemigos internos y extranjeros.

Los dos hombres asumieron la autoría del atentado, pero, según organizaciones de defensa de los derechos humanos, lo hicieron después de haber sido torturados.

Después de confesar su participación en el atentado, Kovalev se retractó diciendo que sus declaraciones fueron obtenidas mediante la violencia. En cambio Konovalov no cambió sus declaraciones.

La explosión del 11 de abril de 2011 en la estación de metro Oktiabrskai, en el centro de Minsk, mató a 15 personas e hirió a 160.

La rapidez de la investigación, la ausencia aparente de móvil y la falta total de pruebas materiales nutrieron la tesis de que el atentado había sido un complot de los servicios de seguridad para justificar la represión contra los opositores a Lukashenko.