Un juez guatemalteco fijó para el 27 de marzo una aundiencia en que la Fiscalía debe presentar sus pruebas contra el ex dictador Efraín Ríos Montt (1982-1983), para luego decidir si ordena la apertura de juicio por genocidio, informó una fuente vinculada al proceso.
“La fecha es el 27 de marzo, luego el juez tiene tres días para notificar a las partes cuándo dará a conocer la fecha de apertura del juicio contra Ríos Montt” si acoge las pruebas, dijo a la AFP el vocero del querellante Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (Caldh), José Rodríguez.
La audiencia estaba inicialmente prevista para este viernes, pero tras un cambio de juez del caso se modificó la fecha de la cita en el Juzgado Primero de Mayor Riesgo.
El titular del Juzgado, Miguel Angel Gálvez, también programó para el 20 de marzo una audiencia donde recibirá las pruebas contra otros dos generales acusados por genocidio, en el mismo proceso que se sigue contra Ríos Montt.
Los generales José Mauricio Rodríguez Sánchez y Héctor Mario López Fuentes, bajo arresto en el Hospital Militar, ocuparon altos puestos durante el régimen de Ríos Montt, quien gobernó con mano de hierro durante la guerra civil que ensangrentó este país centroamericano de 1960 a 1996.
El juez Gálvez rechazó el jueves dos recursos presentados por los dos generales, con los que buscaban trasladar su caso a un tribunal militar, pero en esa instancia no existe el delito de genocidio.
Ríos Montt, de 85 años y quien se encuentra bajo prisión domiciliar, tuvo un revés el pasado 1 de marzo cuando el juez Gálvez le negó el beneficio de la amnistía.
El ex dictador buscaba ampararse en la aministía aprobada en 1986 para evadir el proceso penal, pero el juez determinó que ese beneficio no aplica al delito de genocidio del que la Fiscalía acusa al ex dictador.
El pasado 26 de enero la jueza Patricia Flores abrió formalmente un proceso contra Ríos Montt, al tramitar la denuncia de la Fiscalía, pero aún se debe decidir si el caso va a juicio.
Si se le abre juicio, el ex jefe de facto sería el primer golpista de Guatemala en sentarse en el banquillo de los acusados por genocidio cometido en el marco de la guerra, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos en Guatemala, según un informe avalado por la ONU.