Luego del fallecimiento de Marcela González Figueroa, joven madre de 16 años que fue sometida a un trasplante de hígado, a causa de una hepatitis fulminante, y murió el pasado miércoles 7 de marzo, comenzó a especularse sobre otros casos que estarían relacionados con este padecimiento.

En este contexto, desde BioBioChile investigamos qué es la hepatitis fulminante a partir de la información proporcionada por la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de La Frontera (UFRO), de modo de aclarar por medio de 7 claves de qué trata este trastorno.

1.- La hepatitis fulminante es una enfermedad hepática aguda, considerada muy severa, y que produce una importante necrosis del hígado. Al respecto el médico gastroenterólogo y docente de la Facultad de Medicina de la UFRO, Armando Sierralta, aclaró que “Se llama fulminante cuando aparecen signos de daño neurológico. Es una afección con una alta mortalidad”.

2.- Asimismo, éste es un trastorno muy difícil de prevenir, ya que se manifiesta en personas previamente sanas, que no presentan inconvenientes hepáticos y que desarrollan el padecimiento por virus o medicamentos.

3.- Si bien cualquier medicamento puede generar un daño hepático, los más peligrosos serían los antibióticos, antituberculosos, antiinflamatorios y algunos anestésicos, entre otros. “La mayor parte de los medicamentos producen problemas de forma impredecible. Sólo en un porcentaje muy pequeño de sujetos se producen efectos dañinos, por lo que no es posible prevenir”, señaló Sierralta.

4.- Para evitar un desenlace con consecuencias fatales, los expertos recomiendan estar atentos a los síntomas que presenten las personas que, generalmente, son los mismos que cualquier hepatitis. Entre estos se encuentran el decaimiento, vómitos, dolor abdominal, náuseas y la ictericia -conocida como el color amarillo que toma la piel-. Sobre este punto, cabe destacar que los cuadros de hepatitis A y B también pueden derivar en una enfermedad fulminante, aunque esto ocurre de manera excepcional.

5.- A diferencia de otras enfermedades como las renales, cuyos pacientes pueden optar a la diálisis, la única posibilidad para quienes sufran una hepatitis fulminante en nuestro país es el trasplante de hígado. Este procedimiento sólo se realiza en centros especializados de Santiago.

6.- Una de las mayores causas de muerte por este trastorno se relacionan con las infecciones, siendo las más frecuentes aquellas septicémicas, urinarias y broncopulmonares, que finalmente pueden desencadenar en una falla multiorgánica.

7.- Generalmente, este síndrome tiene un muy mal pronóstico. En este sentido, sólo el trasplante de hígado ha mejorado las probabilidades, incrementando la sobrevida en un promedio del 70% de pacientes en centros extranjeros de Estados Unidos y Europa.

Cabe destacar que tras el caso de Marcela González se sospechó que otros dos, los de las pacientes Karime Ahumanda (29 años) y Sandra Echeverría (33), también estarían relacionados con la hepatitis fulminante. No obstante, los médicos aclararon que se trataba del síndrome de Hellp y el hígado graso, respectivamente.