La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, espera que 2012 sea un año “más difícil” que 2011, especialmente para la zona euro, aunque considera que los alemanes tienen “buenas razones para estar confiados”, según su mensaje de fin de año.

“Alemania va bien, incluso aunque el próximo año sea sin duda más difícil que éste”, declaró en un discurso que se emitirá el sábado por la noche, pero del que la AFP obtuvo una copia.

Para la canciller, 2011 será un año marcado por los “cambios profundos”, como la primavera árabe y la catástrofe de Fukushima, que afectó de pleno a los alemanes, hasta el punto de forzar al gobierno a programar su abandono de la energía nuclear antes de 2022.

Esta constatación “vale también para nosotros, en Europa”. “Aquí, la crisis de la deuda nos sigue manteniendo en vilo”, apuntó.

Merkel defendió el proyecto europeo, recordando que ha dado al continente medio siglo de “paz, libertad, justicia, derechos humanos y democracia”.

La canciller inisitió en que “Europa crece con la crisis”, incluso aunque “el camino a recorrer para superarla sea largo y sin regreso”.

“Al final del camino, no obstante, Europa saldrá más fuerte de la crisis de lo que entró”, aseguró.

“En Alemania, tenemos buenas razones para estar confiados”, dijo Merkel, en referencia a que la situación económica está menos degradada que la de sus vecinos europeos y con una tasa de desempleo en su nivel más bajo de los últimos 20 años.

Las previsiones de crecimiento para 2012 se sitúan entre 0,5% y 1% para la primera potencia económica europea, inferior al 3% del presente año.