Los hinchas tunecinos del Esperance Sportive, eliminado este domingo en el Mundial de Clubes de Japón al caer 2-1 ante el Al Sadd de Catar, terminaron muy enfadados con el árbitro chileno Enrique Osses, hasta el punto de protagonizar incidentes violentos en la grada.

El Esperance vio cómo le anularon dos goles en la recta final del partido (minutos 78 y 89), por sendos fueras de juego, y el grupo de hinchas del equipo norteafricano centró sus iras en la labor de Osses y sus asistentes.

Un hincha llegó a saltar al césped para increpar al portero del Al Sadd, Mohamed Saqr, y en la grada se produjeron incidentes violentos, que obligaron a intervenir a los agentes del orden.

En la rueda de prensa posterior al partido, el entrenador del Esperance, Nabil Maaloul, pidió disculpas por los gestos de violencia.

“Lo siento mucho. Son cosas que a veces ocurren. Somos dos clubes hermanos, de países hermanos, y vivimos el fútbol con pasión, pero este tipo de cosas no deberían ocurrir”, dijo.

Osses es el único árbitro sudamericano en la lista de siete principales que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) seleccionó para este torneo.