El congresista estadounidense Anthony Weiner anunció su renuncia el jueves durante una conferencia de prensa en Nueva York, luego de ser el centro de un escándalo sexual por el intercambio de fotos con mujeres en la red Twitter.

“Esperaba poder continuar el trabajo para el que me eligieron los ciudadanos de mi distrito, para pelear por la clase media y por los que luchan por salir adelante”, dijo el congresista en la conferencia de prensa realizada en un centro de ancianos en Brooklyn.

“Lamentablemente, la distracción que creé ha hecho que esto sea imposible, por eso hoy anuncio mi renuncia al Congreso”, añadió.

Weiner telefoneó el miércoles por la tarde a la jefa de la minoría demócrata de la cámara del Representantes, Nancy Pelosi, y al presidente del Comité de Campaña del Partido Demócrata del Congreso, Steve Israel, para anunciarles su dimisión, según señaló una fuente del Partido Demócrata a la AFP.

El congresista recibió presiones internas dentro del propio Partido Demócrata para presentar la renuncia luego de mentir durante días acerca de una serie de conversaciones en línea que sostuvo con mujeres en las cuáles envió fotos suyas en ropa interior.

Se aguarda ahora una declaración de Pelosi al respecto quien adelantó que estaría disponible una vez que Weiner diera la conferencia.

Los demócratas están muy preocupados de que este escándalo, que ha acaparado las coberturas informativas de los canales de televisión y las portadas de los diarios estadounidenses, perjudique la imagen del partido, a sólo un año de las elecciones clave del congreso.

Por su parte, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, dijo en conferencia de prensa el jueves que el resultado de este escándalo, donde Weiner se vio forzado a abandonar el cargo, era lamentable pero probablemente inevitable.

“Uno no puede dejar que esto continúe porque es una distracción que se aleja de las cosas importantes que este país tiene que enfrentar”, dijo Bloomberg sobre Weiner a quien muchos señalaban, antes de este episodio, como su posible sucesor al frente de la alcaldía de Nueva York.

Pese a que la dirigencia democrática en el Congreso pidió su renuncia, Weiner, que está casado con una alta colaboradora de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, parecía determinado a quedarse, llegando incluso a anunciar que había iniciado una terapia.

Sus chances de mantenerse en el cargo se minimizaron luego que el presidente Barak Obama dijera a principios de semana durante una entrevista en televisión, que si él estuviera en el lugar de Weiner renunciaría.

“Puedo decirte que si fuera yo renunciaría”, señaló Obama a un periodista del programa “Today” de la cadena estadounidense NBC que se trasmitió el martes.

“Pienso que se puso él mismo en una situación vergonzosa. Él lo reconoció. Avergonzó a su mujer y a su familia. En última instancia va a ser una decisión suya y de sus electores”, puntualizó el presidente estadounidense.

Esta decisión pone fin a un prolongado escándalo que se desató durante el fin de semana del feriado estadounidense Memorial Day, el pasado 30 de mayo, cuando Weiner por distracción publicó una foto erótica en su cuenta Twitter que en realidad pretendió compartir de forma privada.

Al principio negó el incidente, y aseguró que su cuenta había sido infiltrada por hackers, pero luego de días bajo el implacable escrutinio de la prensa y la divulgación de una de las fotos por parte del conservador Andrew Breitbart, Weiner reconoció haber tenido comunicaciones inapropiadas en línea con al menos seis mujeres durante varios años.

Uno de los elementos que alimentó aún más este escándalo es que Weiner espera su primer hijo con su esposa Huma Abedin con quien se casó recientemente.

La renuncia de este congresista desata una elección especial en su distrito, que deberá ser convocada por el gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cumo, luego de 30 o 40 días de que se presente la dimisión.