En enero de 2010 los chilenos en forma mayoritaria optaron por el programa de gobierno que como Coalición por el Cambio propusimos al país. El gran objetivo planteado fue sentar las bases para que el país alcance el desarrollo y derrote la pobreza hacia fines de esta década.
Para alcanzar la meta hay que avanzar en educación, crecimiento económico, productividad, innovación y equidad. A esto debemos agregar áreas que por décadas han sido deficitarias, como salud y seguridad pública.
En ese sentido las prioridades son muy claras, y si bien nuestro programa de gobierno es ambicioso y amplio considerando diversos aspectos, no podemos perdernos y desgastarnos en debates que no nos conducen al objetivo.
Por eso, hemos sostenido que no nos parece urgente regular las uniones de hecho de parejas de un mismo sexo. Es verdad que es un punto que está considerado en el programa de gobierno y que por lo tanto vamos a cumplir, pero hoy tenemos otras prioridades.
Esto si consideramos que el compromiso del gobierno y del Presidente Piñera implica regular el régimen patrimonial de las parejas, donde efectivamente es posible mejorar las normas que actualmente existen para esto.
Lo anterior, porque hoy hay herramientas legales para que las personas suscriban contratos notariales donde esto se puede regular. Sabemos que lo anterior requiere normarse con mayor claridad y por eso estamos dispuestos a analizar un proyecto en tal sentido.
Con el más absoluto respeto por las opciones sexuales de las personas, no creemos que las uniones de parejas de un mismo sexo puedan ser asimiladas a un matrimonio que es entre un hombre y una mujer.
Lo anterior no es una discusión semántica, como lo han querido plantear algunos sectores. Se trata de una postura de principios y valores que forman parte de la cultura de nuestro país.
Nadie desconoce que existen parejas de un mismo sexo que han optado por vivir juntos y eso tiene consecuencias jurídicas, y es justo que esto sea normado de una manera adecuada, por lo tanto nos parecen gratuitos los ataques y las descalificaciones que hemos escuchado contra quienes defendemos el matrimonio como una institución formada por un hombre y una mujer.
No se trata de coartar la libertad de las personas, por el contrario, pero no creemos que el país deba desgastarse en este debate, cuando nuestra prioridad, no sólo del gobierno, es superar la pobreza y alcanzar el desarrollo.
Víctor Pérez Varela es abogado y senador (UDI) por la circunscripción 13 en la Región del Bío-Bío. Fue alcalde designado de Los Ángeles durante el régimen militar, desde 1981 a 1987. En 1989 fue electo diputado por el mismo distrito, llegando al senado en 2006.