El comercio exterior del sector forestal sería el más afectado de propagarse en el país el insecto cuarentenario que ingresó a Osorno y a Santiago. Una especie que hasta el jueves pasado estaba ausente en Chile.

Recordemos que el hallazgo fue efectuado durante una fiscalización del SAG a los embalajes de madera importados con maquinaria desde Asia y Europa por la empresa SAESA.

Frente a este tema el entomólogo y docente de la facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, Luis Cerda, aseguró que el procedimiento aplicado por parte del SAG fue el adecuado, sin embargo aseguró que la propagación podría poner trabas en el sector forestal.

Una información que confirmada por el Director regional del SAG, Alfredo Frölich, quien declaró que el insecto afecta al pino insigne, pino oregón, abeto, y picea. Esto porque el insecto se alimenta de la corteza de ramillas delgadas, siendo frecuente que éstas sean cortadas, pudiendo incluso producirse el secamiento de ramas.

Una situación que mantiene preocupada a la Seremi de Economía de la Región, Beatríz Díaz, quien afirmó que lo principal es cuidar la bioseguridad del país.

De esta manera, desde el punto de vista económico este insecto produce dos tipos de daños. En primer lugar, el barrenado que causa sobre la madera de las coníferas que ataca disminuye su calidad, pudiendo quedar inutilizada para fines comerciales.

En segundo lugar, varias especies de este género, son vectoras del nemátodo de la madera del pino, el cual es causante de la enfermedad, conocida como la marchitez del pino.