El centrocampista del Manchester United Ryan Giggs estaba ausente del entrenamiento el martes, un día después de la revelación por un parlamentario de una relación extra-conyugal, a pocos días de la final de la Liga de Campeones contra el Barcelona, el sábado.

Otros jugadores, como Erwin Van der Sar, Paul Scholes y Dimitar Berbatov, tampoco estaban presentes.

Interrogado sobre la importancia de Giggs, su entrenador Alex Ferguson, lanzó unas palabras para eludir la cuestión. “Todos los jugadores son importantes para nosotros, cada uno de ellos”.

El diputado liberal-demócrata John Hemming había revelado el lunes, en la Cámara de los Comunes, en una intervención retransmitida por la televisión, el nombre del jugador en el corazón del debate sobre la pertinencia de las decisiones judiciales, que callan a la prensa: prohiben desvelar informaciones sobre asuntos privados sobre personalidades y prohiben a veces mencionar la existencia de tal procecimiento.