Un adolescente palestino murió el sábado como consecuencia de las heridas sufridas el viernes en los disturbios registrados en Jerusalén Este durante la conmemoración de la “Nakba” (catástrofe), que recuerda la creación del Estado de Israel en mayo de 1948 y el éxodo de los palestinos.

Milad Said Ayache, de 16 años, murió a consecuencia de las heridas que sufrió el sábado por la mañana al ser alcanzado por una bala en el barrio palestino de Silwan, escenario de violencia casi cotidiana entre residentes y colonos israelíes.

Las circunstancias del incidente no fueron esclarecidas.

Según un tío, el adolescente “murió luego de ser herido en el vientre”. Otro de sus parientes afirmó que fue herido por un colono judío en el barrio de Silwan.

El funeral se llevó a cabo sin incidentes mayores al pie de la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén, ante unas 2.000 personas que gritaban “Dios es grande” y “Por nuestra sangre y nuestra alma, vengaremos este mártir”, constató la AFP.

En la mezquita de Al Aqsa se desplegaron banderas palestinas.

“Nuestros mártires son luces que iluminan nuestro país. Hay que poner fin a la ocupación (israelí). No sobrevivirá a las manifestaciones populares”, afirmó Fajri Abu Diab, un dirigente del comité de defensa de Silwan.

Una marcha fue organizada luego en Jerusalén Este, el sector de mayoría árabe de la Ciudad Vieja, por la conmemoración de la “Nakba”.

“Esta marcha prueba que el derecho al regreso de los refugiados es inquebrantable y sagrado. No renunciaremos”, declaró a la AFP un muftí.

Al comenzar la tarde estallaron choques entre jóvenes palestinos que lanzaron piedras y soldados israelíes que respondieron disparando granadas lacrimógenas y balas de goma en un retén de Kalandia, en la entrada de Jerusalén.

Las manifestaciones de conmemoración del principio de la “Nakba” -que terminará el domingo- ya conocieron incidentes el viernes en Jerusalén Este y en Cisjordania.

En Jerusalén, al menos una decena de palestinos resultaron heridos en choques con las fuerzas israelíes.

En un comunicado, la policía informó de tres manifestantes “muy levemente heridos” y de tres policías también levemente heridos.

En total 34 palestinos fueron detenidos en la región de Jerusalén, precisó el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld, asegurando que las fuerzas israelíes no dispararon con munición real.

La “Nakba” se tradujo con el éxodo de 760.000 palestinos, lo que dio inicio a la cuestión de los refugiados, que actualmente ascienden a 4,8 millones incluyendo a los descendientes, y que están principalmente dispersos entre Jordania, Siria, Líbano y los territorios palestinos.

La resolución 194 de la ONU dispone que “los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos deben ser autorizados a hacerlo lo antes posible”.

Todos los gobiernos israelíes se opusieron a la aplicación del derecho al regreso en nombre del carácter judío del Estado de Israel. Los responsables palestinos exigen el reconocimiento por Israel del “principio” de este derecho, aunque declaran estar dispuestos a negociar las modalidades de su aplicación.