Un hombre de 65 años denunció cobros involuntarios de la tarjeta Presto. Según el afectado, antes de tener la famosa tarjeta, lo llamaban por teléfono todos los días para motivarlo a obtener los beneficios.

Sin embargo, todo cambió una vez que se dirigió a las oficinas sucursales de Presto, allí le hicieron firmar una serie de papeles que no alcanzó a leer, de todas maneras el hombre preguntó a quien lo atendía si le cobrarían por la tarjeta aunque no la usara y le dijeron que no.

Antes de cumplido el mes de afiliación a la tarjeta Presto, le llegó la boleta de cobranza donde se le indicaba que debía pagar casi 10 mil pesos por el concepto de Asistencia Solución 4.

A pesar de que el afectado concurrió a hacer la denuncia al Sernac donde le ofrecieron hacer otra denuncia en el juzgado de policial local, este hombre de 65 años, totalmente lucido, señaló que solo quiso hacer público del reclamo y decir que a él no le conviene pagar por algo a una empresa que no lo necesita.

Finalmente, la persona renunció a la tarjeta, pero igual tendrá que pagar estos 10 mil pesos o si no lo ingresan a Dicom, una situación que sin duda afecta a más de una persona de la tercera edad que por entusiasmarse con una tarjeta de supermercado, caen en estos cobros involuntarios.