El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, sugirió este viernes la formación de un “grupo de amigos” o una iniciativa semejante para Egipto, para ayudar a que el proceso político en marcha en ese país transcurra de forma pacífica y serena.

“Brasil podrá participar, por ejemplo, de un grupo de amigos de Egipto, o de otras coaliciones que busquen dar apoyo a esas transformaciones para que ellas evolucionen de manera pacífica y dentro de la serenidad necesaria”, dijo Patriota a la prensa en Brasilia.

De acuerdo con el canciller, el gobierno brasileño se opone a la idea de sancionar a aquellos países de Medio Oriente que repriman movimientos populares en favor de una apertura democrática.

“¿Las sanciones llevarían a qué resultados? A veces, las sanciones sólo sirven para exacerbar la situación interna de un país”, dijo Patriota, quien lamentó que Medio Oriente, “que es una de las regiones más tensas del mundo, tenga que pasar ahora por situaciones de violencia y muerte”.

Patriota discutió largamente este viernes sobre la situación en Egipto y otros países del Medio Oriente con el canciller de Portugal, Luis Filipe Amado, con quien mantuvo una reunión de poco más de tres horas.

En una conferencia de prensa, Amado declaró que la situación en Medio Oriente es “dramática porque había un equilibrio dentro de la inestabilidad, y ahora tenemos una crisis de todo el sistema de equilibrio que en esa región se mantuvo durante varias décadas”.

Para el jefe de la diplomacia portuguesa, “estamos ante un momento histórico de enorme sensibilidad, de gran responsabilidad y que exige mucha cooperación, intercambio de ideas y concertación estratégica. Tendremos una situación crítica por delante si no somos capaces de dar una respuesta ahora”.

Amado fue recibido este viernes por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, con quien discutió de las relaciones bilaterales y también sobre la situación en Medio Oriente. Brasil y Portugal forman parte actualmente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.