La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) teme que el cólera provoque pérdidas en la agricultura de Haití y afecte buena parte de la cosecha de arroz, según advirtió este miércoles en un comunicado divulgado en Roma.

“Una parte importante de la cosecha de arroz en el noroeste de Haití podría perderse debido al temor de los campesinos a contagiarse de cólera”, sostiene en un informe la FAO.

El organismo de la ONU y el ministerio haitiano de Agricultura y Sanidad lanzaron una campaña para la recolección de arroz en condiciones higiénicas destinada a los agricultores reacios a recolectar el arroz en las actuales condiciones que vive ese país antillano tras el devastador terremoto de inicios del año.

“Muchos campesinos están evitando cosechar, temiendo que el agua en los ríos y canales que riega sus arrozales y otros terrenos pueda estar infectada”, reconoce el informe.

“Existen también consumidores que se niegan a adquirir productos procedentes de regiones afectadas directamente por el brote de cólera, lo que provocará un impacto aún mayor sobre el comercio agrícola en la zona”, estima la agencia.

La FAO decidió trabajar en colaboración con las autoridades de Haití y los organismos de la ONU que se ocupan de la salud y el saneamiento para dar a los campesinos “la información correcta sobre las medidas que deben tomar para trabajar en los campos”

Para Etienne Peterschmitt, coordinadora de la campaña de la FAO para la emergencia y rehabilitación en Haití, “es muy importante que las medidas para combatir la transmisión de la enfermedad estén orientadas de forma específica a las comunidades agrícolas, y de forma especial a los trabajadores agrícolas”.

La entidad sugiere que la campaña se realice de persona a persona, con formación práctica y divulgación.

“Sin una oportuna respuesta al daño provocado a la agricultura de Haití por las inundaciones y el cólera, la seguridad alimentaria podría desplomarse, agravando las consecuencias del terremoto del pasado enero entre la población rural pobre”, advierte la agencia especializada de Naciones Unidas.

Los efectos del brote de cólera han aumentado por las inundaciones de noviembre, provocadas por el huracán Tomas, que dañó las infraestructuras agrícolas, afectando a 78.000 hectáreas de cultivos e incrementando la propagación de la enfermedad, con el resultado de una crisis sanitaria que afecta a más de 50.000 familias rurales, precisó la FAO.