La postura la dio a conocer el director nacional de Gendarmería, Luis Masferrer, quien no obstante advirtió que la medida es “desvestir un santo para vestir a otro”, debido al hacinamiento que vive la mayoría de las cárceles chilenas.

La autoridad precisó que ya han trasladado a 109 reos a la cárcel de Rancagua, que ya tenían planificado cambiar de recinto a otros 200 y que un centenar de internos evangélicos se manifestaron dispuestos a cumplir encierro en otra región.

Masferrer insistió en que la orden del fiscal Alejandro Peña no tiene plazo y reiteró que la institución actuará con celeridad pero sin una fecha perentoria.

En el mismo ámbito, el fiscal judicial Daniel Calvo entregó un informe donde revela que los 85 internos de la cárcel de alta seguridad se encuentra en huelga de hambre desde el 12 de diciembre, alegando por el trato que -según ellos- se les está dando al interior de ese penal.