El ‘soccer’ en Estados Unidos continuó su transición hacia el universal fútbol y, aunque no alcanzó las ambiciosas metas que se propuso para este año, cerró 2010 con balance positivo para su liga local y el desarrollo general del deporte en el mercado de este país.

MLS

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Los amantes del fútbol en tierras del Tío Sam despiden el año debatiéndose entre la satisfacción de haberse ubicado entre las 16 mejores selecciones del Mundial de Sudáfrica y la frustración de saber que podían haber llegado más lejos.

El conjunto dirigido por Bob Bradley llegó a Sudáfrica con las maletas repletas de sueños, alimentados por su segundo lugar en la Copa Confederaciones de 2009, donde vencieron a España en semifinales, y el hecho de contar con una generación de jugadores más experimentados y de mayor fogueo internacional.

En Sudáfrica-2010, Estados Unidos terminó primero de su grupo por delante de Inglaterra, y logró una épica victoria que le significó la clasificación ante Argelia (1-0) con un gol de su capitán Landon Donovan en las postrimerías del partido.

Las ilusiones se vinieron abajo en los octavos de final, donde perdió 2-1 con Ghana en el alargue.

Además de su proverbial estado físico, los norteamericanos mostraron un fútbol más táctico que en Mundiales anteriores.

Consolidado en la élite mundial, los ‘stars and stripes’ han disputado todas las Copas del Mundo desde Italia-1990 y llegaron a los cuartos de final en Corea del Sur y Japón-2002.

“Sabemos que Estados Unidos tiene aún que luchar para ganar en respeto. Jugamos una buena Copa de las Confederaciones el año pasado, y superamos la fase de grupos en (el Mundial de) Sudáfrica. Todo lo que podemos hacer es una autocrítica y continuar trabajando”, dijo Bradley como conclusión de su paso por el Mundial.

Unos 19,4 millones de estadounidenses miraron por televisión ese partido de octavos de final ante Ghana, récord para un duelo de fútbol en suelo norteamericano.

La anterior mejor marca se había registrado en la retransmisión de la final del Mundial-1994, organizado en tierra estadounidense, con 18 millones de telespectadores siguiendo el choque entre Brasil e Italia, ganado por penales por los sudamericanos.

A ello se sumó el jarro de agua fría que constituyó la decisión de la FIFA de seleccionar a Qatar para organizar el Mundial de 2022, por encima de las candidaturas norteamericana, de Australia, Japón y Corea del Sur.

“A pesar de que nuestra candidatura no ganó, el futuro del fútbol es brillante en los Estados Unidos”, dijo Sunil Gulati, presidente de la federación de fútbol local.

Los medios de comunicación estadounidenses reaccionaron con molestia a actitud de la FIFA de desairar la candidatura de Estados Unidos.

“Esta decisión es simplemente un atraco. Todo esto lo que hizo es alimentar las sospechas ya existentes de que la colusión ha afectado todo el proceso de licitación”, añadió el diario Seattle Times.

En otro orden, la decimoquinta temporada de la MLS cerró con un campeón inesperado, el modesto Colorado Rapids, y la consagración de un gran número de jugadores latinoamericanos, encabezados por el colombiano David Ferreira, elegido Jugador Más Valioso del campeonato.

Sin ninguna superestrella en sus filas y con un fútbol más oportunista que técnico, los Rapids se alzaron con su primer título al vencer en la final 2-1 al favorito FC Dallas.

Otra alegría la dieron las chicas de la selección nacional, que se clasificaron el Mundial femenino del año próximo en Alemania al vencer en repechaje a la selección de Italia.

Las ‘stars and stripes’ han ganado dos veces el Mundial, pero en esta ocasión fallaron en clasificarse de forma directa, luego de un estruendoso fracaso en el torneo clasificatorio de Concacaf, jugado en el verano en Cancún (México).