Un estadounidense fue condenado el miércoles en Indonesia a cinco meses de prisión por blasfemia, tras haber desconectado el altavoz de una mezquita que difundía la oración vespertina y le impedía dormir.
Gregory Luke hubiera podido ser condenado a una pena máxima de 5 años de cárcel tras lo ocurrido, pero el tribunal, pese a estimar que era “culpable de haber cometido una blasfemia”, consideró que había circunstancias atenuantes.
Luke “nunca había cometido delitos anteriormente, actuó educadamente durante el juicio y dijo lamentar lo que hizo. Además ayudó a fomentar el turismo”, en particular en la isla de Lombok, según el juez principal.
Los hechos que desembocaron en la condena de Gregory Luke, un jubilado de 64 años, acusado de haber perturbado la oración en una mezquita de Lombok situada cerca de su casa, se remontan al 22 de agosto, durante el Ramadán, el mes de ayuno musulmán.
“Se enojó porque la lectura del Corán lo despertó. Agredió a los fieles antes de desconectar el cable del altavoz”, había indicado entonces la policía.