La columna de Salvador Schwartzmann

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Cuando las preocupaciones por el largo fin de semana son grandes y movilizan a multitudes, sin querer se agrega una más a la lista. Queremos advertir a la gente que se cuide y que cruce los dedos para no sufrir una emergencia médica porque, en Chile, ese siempre es un problema grave.

Grave, no sólo por la falta de especialistas en los centros asistenciales, sino porque clínicas y pensionados de hospitales aumentan sus valores al doble. Conozco el caso de una apendicitis millonaria porque se hospitalizó un domingo, 10 minutos antes de la medianoche.

Con todos los feriados que habrá se frotan las manos los encargados de finanzas en centro asistenciales

Y, a propósito de salud, el caso de las licencias médicas llega a un punto casi sin retorno y difícil de controlar, porque cada vez es más la gente que pierde la paciencia.

Mientras a las isapres hay que pagarles los programas de intervenciones quirúrgicas con cheque al día, ellos se dan todo el tiempo del mundo cuando tienen que entregar un billete. Es la famosa “Ley del Embudo”, más chilena que las empanadas de pino.

Alguna vez alguien tendrá que investigar quienes son, por ejemplo, los médicos del Compin y más de una sorpresa se encontrará, aunque muchos estiman que se reclama en casa equivocada.

Otro dato es que, por ley, las licencias médicas deben pagarse mes a mes y no se pueden acumular por razones obvias, si es cuando más se necesita y sin olvidar que los dineros del Compin no son fiscales, sino de los cotizantes, es decir, de los trabajadores.

Las notificaciones deben tramitarse en un plazo máximo de 5 días. Demoran 30 y tenemos que aceptarlo no más. El que reclama, literalmente, va preso. Pregúntenle a dos cotizantes en Concepción, en la última semana,

Una sorpresa grande es que el documento aceptando o rechazando la licencia médica firmada por un doctor, lo suscribe la secretaria de Compin y no del Presidente de la Comisión, como ordena la ley. La secretaria firma y le pone reposo excesivo, en contra de la opinión del médico del paciente. Que Dios nos proteja.

Son los mismos funcionarios de la Compin que, tras el terremoto, se negaban a atender porque la oficina prestada les quedaba muy lejos o la sala no tenía baño para el personal. Es increíble, inaceptable y, lo peor, es que es un problema de antigua, muy antigua data.

Es cierto que muchos abusan con licencias médicas, pero es deber de la autoridad que no paguen justos por pecadores.

Salvador Schwartzmann Hasson es periodista de Radio Bío-Bío en Concepción y Canal 9 Regional. Con una amplia trayectoria profesional y docente, ha cubierto durante décadas el acontecer de la Región del Bío-Bío. Puedes seguirlo en su espacio en Twitter y Facebook.