La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton viajará esta semana a Medio Oriente para impulsar las incipientes conversaciones de paz que enfrentan su primer escollo con la llegada del fin del congelamiento para los asentamientos israelíes.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solicitó el viernes a Israel que extienda el congelamiento parcial que expira el 26 de setiembre al tiempo que reiteró que su administración permanecerá profundamente comprometida con las nuevas negociaciones.

Como signo de la participación al más alto nivel de Estados Unidos, la jefa de la diplomacia estadounidense, acompañada por el enviado para Medio Oriente George Mitchell, participará de conversaciones en el balneario egipcio de Charm el Cheij en el mar Rojo el martes, y en Jerusalén el miércoles.

Allí se reunirá con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y con el presidente palestino Mahmud Abas, a quienes recibió en Washington el 3 de setiembre para el lanzamiento de las primeras conversaciones directas de paz en 20 meses.

Robert Dani, un ex asistente adjunto del departamento de Estado para los asuntos de Medio Oriente, espera que el tema de los asentamientos sea un “punto clave” durante la segunda ronda de conversaciones.

“El principal desafío es la obtención de alguna resolución sobre el fin de la moratoria de los asentamientos (israelíes) porque sin una resolución de ese tipo, todo lo que han lanzado podría quedarse en nada”, dijo Danin a la AFP.

Danin, ahora integrante de un organismo de debate, el Council on Foreign Relations (Consejo sobre Relaciones Exteriores), cree que “tanto Israel como los palestinos están actualmente adoptando posiciones muy duras y muy firmes” en el tema de los asentamientos.

Los funcionarios israelíes indicaron que no extenderán el congelamiento porque sí, pero los palestinos advirtieron que ellos cortarían el diálogo incipiente si la construcción de nuevos asentamientos continúa en las tierras ocupadas.

Danin tiene dudas de que el problema se resuelva durante la visita de Clinton, agregando que nuevas y más profundas conversaciones podrían llevarse adelante si Abas se reúne con Natenyahu paralalemente a la Asamblea General de las Naciones Unidos, en la última semana de setiembre.

“Es probable que este tema se convierta en el obstáculo que entorpezca la negociación”, dijo Danin.

Pero a su vez, agregó, “hay espacio para la esperanza” ya que las conversaciones parecen haber empezado bien.

Subrayó que ambos líderes afirmaron que la meta final es la creación de dos Estados conviviendo juntos y se comprometieron a sostener negociaciones cada dos semanas.

Las nuevas conversaciones apoyadas por Estados Unidos buscan acordar en un año los temas claves como lo son la seguridad de Israel, las fronteras del Estado palestino, el futuro de los palestinos refugiados y el futuro de Jerusalén.

Mariana Ottaway, analista del Carnegie Endowment por International Peace, le dijo a la AFP que las conversaciones cruciales no serán las que se desarrollarán la semana entrante sino las que coincidan con el fin de la moratoria para los asentamientos.

“Es sólo en ese punto en que creo que hay peligro real de un imprevisto derrumbe de las conversaciones”, advirtió y agregó que las próximas reuniones serán más de armado de agenda.

Sin embargo agregó que éstas podrían explorar sugerencias sobre como tratar el tema de los asentamientos de forma tal que se preserve el futuro de las conversaciones.

Ottaway dijo que le interesaba saber si el equipo liderado por Clinton jugaría el papel de observador o si estaría directamente involucrado, aportando sugerencias.

En su conferencia de prensa, Obama sostuvo que su administración iba a impulsar y facilitar las negociaciones, pero aclaró que serían las partes involucradas las que decidirían al final su destino.

Negándose a aceptar un fracaso, Obama prometió: “Si éstas negociaciones se rompen, vamos a seguir intentándolo”.