Un sacerdote que fue sancionado por apoyar la ley de matrimonio gay aprobada en Argentina, anunció que dejará los hábitos y lanzó duras acusaciones contra la cúpula de la Iglesia católica, en una entrevista de prensa publicada este miércoles.

“Es una Iglesia monárquica, cerrada y autoritaria a la que ya no quiero pertenecer”, dijo Nicolás Alessio.

El cura anticipó que su despedida será este sábado, tras oficiar una misa en la parroquia que preside desde hace 26 años, en un barrio de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia homónima (centro).

Alessio aseguró que siempre será cura en “el aspecto docente y profético, porque Jesús no fue sacerdote, sino maestro y profeta”, pero apuntó contra la jerarquía católica a la que acusó de haber “traicionado el Evangelio”, en una entrevista con el diario cordobés “La Voz del Interior”.

El sacerdote fue sancionado por el arzobispo de Córdoba, Carlos Ñañez, por apoyar y festejar una ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, la primera en su tipo en América latina.

Ñañez “cometió un error al haberme iniciado juicio canónico, prohibirme y armar este lío”, estimó y adelantó que seguirá ofreciendo su asesoría a legisladores, pero sin descartar dedicarse a la política en el futuro.

La influyente Iglesia católica, culto mayoritario de Argentina, resistió con virulencia el proyecto de ley que autoriza las bodas gay, que fue finalmente aprobada a mediados de julio con el apoyo del gobierno de la presidenta Cristina Kirchner.