El ex preso político cubano parapléjico Ariel Sigler, excarcelado el 12 de junio, llegó este miércoles a Miami para recibir tratamiento médico y fue recibido por un centenar de exiliados de su país con los que gritó “abajo la dictadura” en Cuba, constató un periodista de la AFP.

“La cárcel de la dictadura no pudo vencerme (…) ahora estoy listo para continuar la lucha desde aquí más que nunca”, gritó Sigler, en una silla de ruedas y rodeado de una multitud que se acercó con banderas cubanas a saludarlo al aeropuerto de Miami.

Sigler, de 46 años, fue el primer preso político liberado a raíz de un diálogo entre el presidente Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega el 19 de mayo. Debido a su estado de salud le fue concedida una visa humanitaria y permiso de salida para recibir tratamiento en el Hospital Jackson de Miami.

“Pueden ver en qué estado me ha dejado la dictadura que gobierna en Cuba”, dijo Sigler, y levantó un pantalón de gimnasia que llevaba puesto para mostrar sus piernas raquíticas.

El alcalde de Miami, Tomás Regalado, de origen cubano, le dió la bienvenida al ex preso político y dijo que hoy es “un día de felicidad” para los cubanos de la ciudad por la llegada de Sigler y le auguró un pronto restablecimiento.

Sigler, quien está en silla de ruedas desde septiembre de 2008, también sufre una serie de enfermedades crónicas como polineuropatía y problemas digestivos y renales.

Varias organizaciones de exiliados cubanos que organizaron donaciones para ayudarlo con los gastos de su arribo y tratamiento, le entregaron en mano los cheques.

Sigler, considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional, cumplía una condena de 20 años de prisión. Dirigía un movimiento opositor cuando fue arrestado el 18 de marzo de 2003, junto a sus hermanos Guido -que aún está preso- y Miguel, quien fue liberado y actualmente reside en Miami.