Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron este domingo sus maniobras navales conjuntas -con 8.000 hombres y unos 20 barcos- en el Mar de Japón para enviar un mensaje contundente a Corea del Norte, que amenazó con una respuesta nuclear.

Imagen: lostiempos.com

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Es la primera de una serie de maniobras destinadas “a transmitir un mensaje claro a Corea del Norte informándole de que su comportamiento agresivo debe cesar”, declararon esta semana el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, y su homólogo surcoreano, Kim Tae-Young.

Corea del Sur y Estados Unidos, basándose en los resultados de una investigación internacional, acusan a Pyongyang de haber hundido un buque de guerra surcoreano, el “Cheonan”, el 26 de marzo cerca de la frontera marítima intercoreana, en el Mar Amarillo. Murieron 46 marinos surcoreanos.

El régimen comunista norcoreano, apoyado por China, siempre ha negado haber torpedeado el barco. Pero este episodio avivó la tensión en la península, un año después de que Corea del Norte abandonara las negociaciones multilaterales con los países que intentan convencerla de que renuncie a sus planes nucleares.

La primera maniobra naval movilizará hasta el 28 de julio a 8.000 soldados estadounidenses y surcoreanos, unos veinte barcos y submarinos, entre ellos el portaaviones “George Washington”, y alrededor de 200 aviones.

“El ‘USS George Washington’ zarpó del puerto surcoreano de Busan hacia las 07H00 del domingo (22H00 GMT del sábado). Se dirige al Mar de Japón”, declaró el domingo a la AFP un portavoz militar estadounidense.

Otros barcos salieron de Busan y del cercano puerto de Jinhae, y en las costas orientales de la península se juntarán con elementos de la Séptima Flota de Estados Unidos, según responsables de Defensa surcoreanos.

Corea del Norte, proclive a las provocaciones verbales, amenazó el sábado con responder a estas maniobras mediante una “potente disuasión nuclear”.

El diario Minju Joson, vinculado al poder norcoreano, reiteró el domingo sus amenazas, afirmando que “el ejército y el pueblo de la RPCN (Corea del Norte) tomarán fuertes medidas de represalia, con dignidad, apoyándose en su potente poder de disuasión nuclear”.

Estados Unidos reclamó el sábado a Pyongyang “un lenguaje menos provocador y más acciones constructivas”.

El miércoles, Washington anunció nuevas sanciones económicas y financieras contra Corea del Norte, sometida a numerosas sanciones internacionales desde sus dos pruebas nucleares de 2006 y 2009.

El ejército surcoreano, que vigila de cerca las actividades de su vecino en las regiones fronterizas, afirma no haber detectado, por el momento, ningún movimiento inusual.

Pero el profesor Yang Moo-Jin, un especialista en Corea del Norte de la Universidad de Seúl, considera que Pyongyang podría “intentar efectuar un tercer ensayo nuclear subterráneo basado en su programa con plutonio o bien realizar un nuevo experimento de fusión nuclear como demostración de fuerza”.

En mayo, Corea del Norte afirmó que sus científicos controlaban la fusión nuclear, una tecnología que reduce considerablemente los residuos nucleares y puede ser utilizada para fabricar bombas de hidrógeno o termonucleares (bomba H).

Corea del Norte se retiró en abril de 2009 de las negociaciones sobre su desnuclearización, en las que participaba junto con Corea del Sur, Estados Unidos, Rusia, Japón y China.

Un mes después llevaba a cabo su segundo ensayo nuclear, al que el Consejo de Seguridad de la ONU respondió en junio de 2009 con una nueva tanda de sanciones.