Todo “intento de ordenar a una mujer” constituye “un delito grave contra la fe”, afirma el Vaticano en un documento presentado el jueves a la prensa, que además endurece las reglas contra la pedofilia en el clero.

Federico Lombardi

Federico Lombardi | radiocatolica.org

Tratar de habilitar a una mujer para celebrar misa y otras tareas pastorales ya era un acto sancionado con la excomunión automática por la Iglesia católica, y ahora se incluye entre los delitos más “graves”, que serán tratados por la Congregación de la Doctrina de la Fe.

Esas precisiones figuran en un documento titulado “Normas sobre los delitos más graves”, que trata asimismo de cuestiones de pedofilia en el seno de la Iglesia.

El padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, distinguió sin embargo entre la ordenación de mujeres, “un delito contra el sacramento”, y los abusos de niños, que constituyen un atentado “contra la moral”.