Parlamentarios opositores coincidieron en que la rebaja de condenas a Manuel Contreras y Pedro Espinoza no es lo relevante del fallo de la Corte Suprema porque -en definitiva- ambos morirán encarcelados, producto del alto número de sentencias en su contra.

Para ellos, lo fundamental es que el dictamen deja como verdad histórica el carácter de asociación ilícita que tuvo la DINA, el primer órgano represor de la dictadura.

El presidente de la comisión de derechos humanos de la Cámara de Diputados, el comunista Hugo Gutiérrez, opinó que ese sólo hecho es motivo para estar satisfecho.

Por su parte, el jefe de la bancada de senadores socialistas, Juan Pablo Letelier, dijo que, con su dictamen, la Corte Suprema ha escrito una nueva página de nuestra historia, confirmando que la dictadura amparó y exportó el terrorismo de estado.

El legislador espera ahora un gesto del Gobierno y sus partidarios.

Para el diputado demócrata cristiano Gabriel Ascencio, integrante de la comisión de derechos humanos de la Cámara Baja, el fallo del caso Prats es una excelente señal para la justicia, independiente de la rebaja de penas.

El diputado Ascencio añadió que quisiera, además, que la derecha y quienes apoyaron a la dictadura también expliciten una condena propia a los autores de este tipo de crímenes.