La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) rechazó “categóricamente” la reacción de Estados Unidos frente al plan de nacionalización de 11 taladros petroleros de una contratista de ese país y descartó que esa decisión dañe las relaciones con empresas internacionales.

PDVSA

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“PDVSA rechaza categóricamente las declaraciones hechas por voceros del imperio estadounidense (…) mediante las cuales se intenta una vez más enrarecer las relaciones con nuestros socios”, expresa la petrolera venezolana en u difundido el viernes.

Asimismo, ratificó “su intención de continuar trabajando con sus socios privados nacionales y extranjeros, como ha quedado demostrado en numerosos proyectos actualmente en desarrollo”, precisó el texto.

Según el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, durante un año se negoció con compañías extranjeras logrando acuerdos con 32 empresas, 18 de las cuales son extranjeras, de acuerdo a un comunicado de prensa de PDVSA.

“Con todas, acordamos tarifas y condiciones contractuales, menos con Helmerich & Payne, que siempre mantuvo una actitud intransigente, lo cual no es congruente con las ganancias obtenidas por esta transnacional en el país, en donde ha estado durante más de cinco décadas”, declaró Ramírez.

PDVSA solicitó esta semana al congreso venezolano que inicie el proceso de nacionalización de los 11 taladros pertenecientes a la estadounidense Helmerich & Payne, alegando que la empresa se negaba a negociar las tarifas por sus servicios.

El Departamento de Estado norteamericano exhortó al gobierno de Venezuela a compensar a la contratista afectada en caso que se llega a concretar la medida.

El gobierno venezolano inició en 2007 una política de nacionalizaciones que ha abarcado industrias estratégicas como la petrolera, eléctrica y de telecomunicaciones, así como a los sectores siderúrgicos, cementero y bancario.