La crisis del transporte aéreo se agravó este sábado en gran parte de Europa, al tomar altura la nube de cenizas volcánicas procedente de Islandia, y sus efectos en terminos de organización fueron calculados como peores a los del 11 de septiembre de 2001.

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En efecto, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estimó este sábado que los daños provocados al tráfico aéreo mundial por las cenizas volcánicas superan los sufridos tras los atentados del 11 de septiembre.

“Sin disponer de cifras precisas de momento, estimamos que el impacto supera al de 2001 en términos de vuelos anulados y de inconvenientes causados a los aeropuertos”, declaró a la AFP el portavoz de la OACI, Denis Chagnon.

“En el plano financiero también, el impacto de la situación actual podría ser más grave que en 2001″, agregó.

Más de 18.000 vuelos fueron anulados el viernes en el espacio aéreo europeo y cerca de 17.000 el sábado, según Eurocontrol, la organización europea para la seguridad de la navegación aérea.

La parálisis del transporte aéreo representa para las aerolíneas un costo de más de 200 millones de dólares diarios, estimó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

En Europa, varios países prolongaron el cierre de su espacio aéreo a raíz de la persitencia de la amenazante nube de cenizas volcánicas.

Gran Bretaña e Irlanda, los primeros países afectados el jueves por las cenizas del volcán del glaciar Eyjafjallajokull (sur de Islandia), se vieron obligados a cerrar nuevamente el sábado sus espacios aéreos, tras unas horas de pausa el viernes, en principio hasta el domingo, al menos.

Las cenizas “alcanzaron ahora una altitud superior y en consecuencia la zona afectada y el riesgo para los aviones se incrementaron”, explicó la autoridad de control aéreo de Irlanda.

También Suecia y Noruega, que el viernes habían reabierto parcialmente sus espacios aéreos, volvieron a interrumpir todos los vuelos comerciales.

En Estados Unidos, las compañías aéreas norteamericanas anularon el sábado por tercer día consecutivo la mayoría de sus vuelos con destino y procedencia de Europa. De los 337 vuelos previstos en ambos sentidos, 282 fueron cancelados, informó la Asociación estadounidense de transporte aéreo (ATA).

Otros países países europeos que prolongaron su restricción total de vuelos fueron Italia, que anunció que mantendrá su zona norte cerrada hasta el lunes a las 06H00 GMT, y Alemania, Austria, Dinamarca y Finlandia, que mantendrán la restricción en principio hasta el domingo.

Otros, como Bélgica, Suiza y República Checa, deben decidir si permiten una reanudación de la actividad aérea.

España cerró su espacio aéreo en la zona norte, entre Barcelona (noreste) y Asturias (norte), a partir de las 12H00 GMT del sábado, aunque el cierre “no tendrá consecuencias operacionales” para esos aeropuertos porque los vuelos serán desviados hacia una ruta más al sur, anunció la autoridad de control y seguridad de la aviación.

En Polonia, el espacio aéreo se mantendrá cerrado hasta nueva orden. El país, y el aeropuerto de Cracovia (sur) en particular, esperan el arribo el domingo de más de 80 delegaciones extranjeras para las exequias del presidente Lech Kaczynski, muerto al estrellarse su avión en Rusia.

También aplicaron restricciones al tránsito aéreo Rumania, Croacia, Serbia, Bosnia, Eslovenia, Ucrania y Belarús.

Paradójicamente, en Islandia, origen de la nube de cenizas, la mayoría de los aeropuertos están abiertos.

“En el curso del día (sábado), si los vientos se mantienen, (la nube) se extenderá más al sur y probablemente alrededor de medianoche llegará a la frontera franco-española, Córcega y el norte de Grecia”, anunció Met Office, el servicio meteorológico británico.

Según el instituto meteorológico de Islandia, el viento seguirá empujando la nube de cenizas hacia Europa durante al menos cuatro o cinco días.