El constructor de automotores estadounidense General Motors registró un nuevo fracaso en su proyecto de reestructuración, anunciando este viernes que deberá cerrar su filial sueca Saab a causa de las dificultades del plan de venta al grupo holandés Spyker.

Saab Black Turbo

Saab Black Turbo

El anuncio de General Motors (GM) sigue al retiro el mes pasado de una oferta de parte del constructor sueco de autos deportivos Koenigsegg Group AB.

GM confirmó sus negociaciones con el constructor holandés de coches deportivos Spyker -de un breve pasaje por la Fórmula Uno hace unos años- pero explicó que “durante el proceso surgieron ciertos asuntos que las partes creen no se pueden resolver”.

“Pese a los mejores esfuerzos de todos los involucrados, ha quedado muy claro que el proceso requerido para completar esta compleja transacción no pudo ser ejecutado en un tiempo razonable”, dijo el presidente de GM Europa, Nick Reilly, en conferencia de prensa.

Saab

Saab

“Saab precisaba una rápida resolución con el fin de mantener sus operaciones. Lamentamos que no fuimos capaces de concretar la transacción con Spyker Cars. Trabajaremos muy de cerca con Saab para cerrar el negocio de una forma ordenada y responsable. Esto no es una quiebra o un proceso de liquidación forzada”.

GM agrega que la medida de cerrar Saab es una entre “otras decisiones de negocios muy difíciles pero necesarias” en momentos en que el constructor estadounidense intenta reanudar sus ganancias tras una amplia reestructura para salir de la quiebra.

La empresa contó durante ese proceso con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.

El gobierno sueco expresó su decepción, pero reiteró que no intercederá para salvar al emblemático fabricante nórdico.

“Es muy decepcionante. Muy malas noticias para todos los empleados y llega en el peor momento posible”, afirmó Maud Olofsson, ministro de Empresas a la agencia sueca de noticias TT.

GM también pondrá fin a sus marcas Pontiac y Saturn en Estados Unidos y ha logrado un acuerdo para vender su línea Hummer a un comprador chino.

El foco en las principales marcas “permitirá a la compañía comprometer más recursos de ingeniería y marketing a cada una de ellas y sus modelos”, indica la empresa.

De acuerdo a GM, no habrá cambios en un plan anunciado al principio de esta semana de vender algunos activos de Saab a la empresa china Bijing Automotive Industry Holding Co. (BAIC).

La estatal BAIC adquirirá la tecnología de los modelos 9-3 y 9-5 de Saab, los motores turbo y cajas de transmisión, lo que permitirá a los chinos desarrollar su propio modelo en base a la tecnología sueca.

GM aclaró además que durante el proceso de cierre de Saab se honrarán las deudas con los proveedores y las garantías ofrecidas a los clientes en todo el mundo.

Saab emplea a unas 3.400 personas en Suecia y vendió un poco más de 93.000 automóviles en el mundo en 2008.

Pero el cierre de Saab puede implicar la desaparición de hasta 15.000 empleos si se cuentan los subcontratistas y los proveedores. Y si éstos cierran pueden generar un problema para el otro gran constructor sueco, Volvo, propiedad de la estadounidense Ford.

Bajo control de GM por casi 20 años, Saab raramente dio ganancias y el año pasado perdió 3.000 millones de coronas, equivalente a 341 millones de dólares de entonces.

GM cambió de idea el mes pasado y decidió suspender la venta de su división europea Opel/Vauxhall, para reestructurarla por su cuenta. Analistas indicaron que Opel, al contrario de Saab, fue introducida en las operaciones globales de la empresa.

La historia de Saab como constructor de automóviles había comenzado en los años 1940, cuando la empresa aeronáutica Svenska Aeroplan Aktiebolaget (Saab) decidió bajar a Tierra. GM adquirió la división de automóviles en 1990.