Sólo una misa privada, a la que acudieron su familia y colaboradores más cercanos y sin ninguna manifestación popular, recordó el tercer año del fallecimiento del ex dictador Augusto Pinochet.
La misa privada se realizó en una pequeña capilla familiar ubicada en el fundo de Los Boldos, a la que asistieron su viuda Lucía Hiriart y sus 5 hijos, junto a un puñado de cercanos colaboradores.
En Santiago no hubo ninguna manifestación popular para recordar la muerte del ex dictador, ocurrida el 10 de diciembre de 2006, producto de un infarto, a los 91 años.
Su hija Lucía Pinochet, habló este jueves para rechazar las acusaciones que señalan al ex dictador como autor intelectual del envenenamiento de ex presidente Eduardo Frei Montalva, uno de su máximo opositores, en 1982.
“Mi papá siempre es el culpable de todo y ha sido el mejor apoyo para las campañas políticas”, dijo Lucía Pinochet en una entrevista al diario electrónico Cambio 21.
La justicia determinó el lunes que Frei Montalva murió tras ser envenenado por agentes de la dictadura de Pinochet.