El Congreso hondureño se reúne este miércoles para debatir si restituye al depuesto presidente Manuel Zelaya durante el período previo a la asunción del mandatario electo Porfirio Lobo, en medio de una gran expectativa tanto interna como internacional.

Bandera de Honduras

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Esta histórica reunión coincide también con la incorporación del presidente de facto Roberto Micheletti a sus funciones tras apartarse durante una semana por las elecciones.

El pleno del Congreso de 128 diputados debe discutir el punto 5 del acuerdo Tegucigalpa/San José, suscrito el 30 de octubre por las delegaciones de Zelaya y del gobierno de facto bajo la égida de Estados Unidos.

Según este punto, los diputados de las 5 bancadas someterán a votación retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo al estado previo al 28 de junio, día del golpe de Estado que derrocó a Zelaya y lo expulsó a Costa Rica.

Previamente, los diputados escucharán los informes preparados por la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, la Procuraduría General y el Comisionado de Derechos Humanos, todos en contra de la restitución de Zelaya.

“La opinión de estas organizaciones no es vinculante. Sin embargo, para mí es como el foco amarillo del semáforo que nos está diciendo: ‘Tengan mucho mucho cuidado con lo que van a hacer’”, dijo este miércoles en el Canal 5 de televisión el presidente del Congreso Nacional, José Alfredo Saavedra.

La Corte sustentó su fallo en contra de la restitución de Zelaya en 6 delitos de los 18 de que le acusa, entre ellos el de traición a la patria, desobediencia a órdenes judiciales, violación de los deberes de los funcionarios y abuso de autoridad. Por su parte, la Fiscalía considera su restitución “insostenible jurídicamente”.

Los diputados tendrán que decidir si votan individualmente o como bancada. El jefe de la bancada del Partido Nacional (PN, derecha), Rodolfo Irías Navas, aseguró este miércoles al Canal 5 que “la decisión que se tome el día de hoy tiene que estar enmarcada en el ordenamiento jurídico del país”.

Sin embargo, Saavedra advirtió que “cualquiera que sea la decisión no debe verse como que hay vencedores o vencidos”.

Zelaya fue sacado del poder el mismo día que iba a organizar una consulta popular con vistas a convocar una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución y permitir la reelección presidencial, pese a que había sido prohibida por la justicia.

La decisión de expulsarlo el 28 de junio fue una orden de la justicia ejecutada por los militares y sancionada por la mayoría de los diputados del Congreso que ahora vuelven a votar.

Zelaya ha declarado letra muerta al acuerdo Tegucigalpa/San José, que no tenía fecha límite para la decisión del Congreso, al no haber sido restituido antes del 5 de noviembre, cuando debía haber quedado constituido el gobierno de unidad nacional que preveía dicho acuerdo.

Ahora pide que sea restituido “sin condiciones” y se castigue a los “golpistas”, entre los que están los mismos diputados que deben tomar la decisión sobre su futuro este miércoles.

El presidente depuesto se encuentra refugiado en la embajada de Brasil desde hace más de dos meses, tras entrar clandestinamente al país.

El PN cosechó en las elecciones del domingo una histórica victoria. Su candidato la presidencia, Porfirio Lobo, venció con cerca de 300.000 votos de diferencia a su inmediato rival, Elvin Santos, del Partido Liberal (PL, derecha) –el mismo de Zelaya y de Micheletti–, y según los resultados parciales tendrá mayoría absoluta en el Congreso.