El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, expresó en la XIX Cumbre Iberoamericana que su gobierno no reconoce las elecciones de Honduras “como un intento de blanqueamiento de un golpe de Estado”, informó este lunes su asesor Marco Aurelio Garcia.

“Por ahora hay que esperar, hay que discutir con la comunidad internacional, pero la posición que Lula reiteró fue exactamente ésta, de que nosotros no reconocemos las elecciones como un intento de blanqueamiento de un golpe”, declaró Garcia a la prensa, en la primera jornada del cónclave en Estoril, 25 km al oeste de Lisboa.

Los líderes de 22 países de América Latina, de España y Portugal intentan conciliar en Estoril una declaración sobre la crisis hondureña, divididos entre una mayoría -encabezada por Brasil y Venezuela- que no reconoce los comicios del domingo y algunos países -como Costa Rica y Panamá- que las avalan como salida a la crisis.

Según datos parciales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el derechista Porfirio Lobo obtenía 55,9% de los votos escrutados, frente a 38,6% de su rival, Elvin Santos, del Partido Liberal (PL, derecha), que reconoció su derrota.

El presidente hondureño Manuel Zelaya, depuesto en el golpe de Estado del 28 de junio y a quien Brasil da refugio en su embajada en Tegucigalpa desde el 28 de septiembre, calificó las elecciones de “una mentira”.