Cada cierto tiempo nos asombramos con las particularidades que ofrecen las leyes de algunos países, esta vez, el fútbol no ha quedado fuera y el jugador nigeriano, Stephen Worgu, que actúa en el Al Merreikh de Sudán, fue condenado a sufrir 40 latigazos públicos además de una multa de 100 dólares por dar positivo en un control de alcoholemia en agosto.
Es importante mencionar que el delantero de 20 años es una de las grandes promesas del fútbol nigeriano, por lo mismo, se transformó en la transferencia más cara al interior de África, tras cancelar el club sudanés 2.6 millones de dólares. Entre los logros que presenta en su promisoria carrera, cuenta con el título de goleador de la Champions africana tras perforar en 13 oportunidades las redes rivales.
En lo relacionado con el brutal castigo al que se deberá acoger, se explica en la religión musulmana que profesan en Sudán, la cual no permite la ingesta de alcohol.
El propio jugador ha reconocido que su adaptación a la Ley de Sharia, reglamentos derivados de la enseñanza del Corán, no ha sido fácil y que le cuesta entender y adaptarse a la cultura, religión e incluso al idioma de Sudán, situación que ha mermado su rendimiento futbolístico, quedando resignado al banco de suplentes en la presente temporada.
Worgu apeló la sentencia, pero por el momento, sólo le queda resignarse y comenzar a adaptarse a un mundo totalmente distinto al suyo, eso, si quiere transformarse en el gran delantero que promete ser.