Las fuerzas armadas de Corea del Sur estaban el miércoles en alerta ante posibles represalias tras el incidente naval acaecido con una patrullera de Corea del Norte, país al que Estados Unidos lanzó una advertencia contra una escalada de la tensión.

El ministro surcoreano de Defensa, Kim Tae-Young, ordenó a los mandos del ejército, la marina y la aviación responsables de las fronteras incrementar la vigilancia y responder inmediatamente a cualquier provocación, señaló un portavoz del Estado Mayor.

El incidente del martes en el Mar Amarillo entre una patrullera norcoreana y naves surcoreanas aumentaron la tensión justo una semana antes de que el presidente estadounidense, Barack Obama, viaje a Seúl como parte de una gira por Asia.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, hizo un llamamiento al régimen comunista de Pyongyang para que evite nuevas acciones “que podrían ser vistas como una escalada”.

Washington, sin embargo, también anunció haber aceptado la invitación norcoreana de enviar a un enviado especial para lograr que Pyongyang vuelva a las negociaciones sobre su desarme nuclear.

Así, el Departamento de Estado precisó que el enviado estadounidense para Corea del Norte, Stephen Bosworth, visitará ese país en un momento apropiado, probablemente antes de finales de año.

Fuentes militares citadas por diarios de Seúl señalaron que un marinero norcoreano murió y otros 3 resultaron heridos en el tiroteo que se registró el martes, cuando una patrullera de Pyongyang entró en aguas surcoreanas en la costa oeste de la península coreana.

El ministerio de Defensa surcoreano declaró no poder confirmar esas cifras de víctimas en el incidente, en el que no resultó herido ningún surcoreano.

Los analistas no se decantan por las 2 opciones posibles: que los norcoreanos provocaran deliberadamente el incidente ante la visita de Obama o que el suceso haya sido un error.

Seúl afirma que la patrullera norcoreana ignoró cinco advertencias para que diera marcha atrás y, además, abrió fuego contra los barcos surcoreanos, que a su vez respondieron.

El ejército norcoreano aseguró por su parte que las naves surcoreanas fueron las primeras en abrir fuego contra su nave, que estaba fuera de aguas territoriales surcoreanas.

La frontera marítima entre ambas Coreas es un punto de fricción y ya ha sido escenario de dos incidentes mortales en 1999 y 2002.