El ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó que la cuarta explosión que se produjo el domingo en Palma de Mallorca también era un atentado, precisando que al menos una llamada telefónica de aviso en nombre de ETA se hizo desde Francia.

“Ya podemos dar por seguro que estallaron en Mallorca cuatro artefactos distintos”, declaró el ministro durante una conferencia de prensa sobre los últimos atentados de la organización separatista armada vasca en las islas mediterráneas de las Baleares.

El domingo sólo tres explosiones de escasa potencia en los baños de dos restaurantes y en una galería comercial subterránea habían sido consideradas atentados de ETA, mientras que los bomberos habían atribuido una cuarta en un restaurante cerrado desde el viernes pasado a una fuga de gas.

El ministro subrayó que se hicieron tres llamadas anónimas en nombre ETA, una de ellas desde Francia, “desde una cabina telefónica entre Limoges y Burdeos”, para advertir de las explosiones, pero eran “incomprensibles” y “confusas”, lo que impidió tomar las medidas de seguridad adecuadas.

Rubalcaba consideró probable que las otras dos llamadas también se hicieran desde Francia.

A pesar de estos atentados, que no causaron heridos, “los turistas deben sentirse seguros” en la isla de Mallorca, muy frecuentada por alemanes y británicos, dijo el ministro, subrayando que no son objetivo de ETA.

Mallorca es también el lugar de veraneo de la Familia Real española, que ha querido mostrar normalidad por lo que el lunes la reina Sofía y sus hijas las infantas Elena y Cristina salieron a pasear por las principales calles de Palma.

Los autores de los atentados del domingo “son probablemente los mismos” que los que mataron a dos guardias civiles con una bomba-lapa (adosada a la parte inferior del chásis) bajo su vehículo el 30 de julio en Palmanova, en Mallorca, añadió Rubalcaba.

“Puede que sigan en la isla o puede que se hayan ido. No descartamos ninguna hipótesis”, afirmó, destacando que los artefactos utilizados el 30 de julio y el domingo pasado tenían temporizadores que debieron ser programados con mucho tiempo de antelación.

(AFP)