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Agencia UNO

A horas de votarse: PC y PPOO mantienen postura anti 2/3, e independientes se abren a alternativas

Martes 14 septiembre de 2021 | 09:28
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Hoy se vota en general el reglamento de la Convención Constituyente. Y aunque hay claridad de que modificar la norma que obliga a tener un quórum de dos tercios para aprobar normas constitucionales requiere de una reforma constitucional, y por tanto, debe ser tramitada en el Congreso, desde el grupo de convencionales del PC y de sus aliados en los escaños reservados insistirán en ese objetivo. Esto, a pesar de que sectores del Frente Amplio advierten que acudir al parlamento podría “retrasar muchísimo el proceso”.

En tanto, en los Movimientos Sociales Constituyentes, el grupo de doce convencionales que también ha hecho alianzas por afinidad con los representantes de pueblos originarios, una constituyente afirma que no están dispuestos a “inmolarse por los dos tercios”, y que la opción para tener un “mecanismo de destrabe” de las normas que no lleguen a los ⅔ es que aquellas que consigan ⅗ de aprobación pasen a ser plebiscitadas.

“Están vulnerando los derechos de los pueblos originarios”, gritó fuerte el pasado jueves la convencional aymara Isabella Mamani, luego de interrumpir la sesión del pleno. El reclamo se provocó por un correo electrónico enviado a los miembros de la Convención el día anterior, el que establecía que algunas normas del reglamento, incluyendo la propuesta de Participación y Consulta Indígena, serían votadas por un quórum de dos tercios.

Esta situación dio cuenta de que los dos tercios aún es una discusión fresca, que remece todos los sectores del órgano constituyente. Y a horas de que el reglamento sea votado hoy en general por el pleno, las definiciones y choques a raíz de este quórum sacan más chispas que nunca.

Eliminar los 2/3

“La norma de dos tercios es una norma ilegítima”, explica el convencional del PC, Marcos Barraza (D13). Y este parecer es compartido con uno de los bloques más cercanos a su órbita: los escaños reservados de pueblos originarios.
Y aunque aún no hay claridad si lograrán terminar con el quórum, Barraza indica que es “una posición política consistente” con el planteamiento con el que han querido “dotar” a la Convención: “un pleno carácter de poder constituyente”.

Junto con ello, han planteado iniciativas como los plebiscitos dirimentes, las que el exministro de Desarrollo Social define como “mecanismos alternativos para no desdibujar las mayorías que existen en el país”.

En esa línea, el convencional electo por el pueblo aymara, Luis Jiménez, sostiene que él desde su campaña ha estado “abierto a debatir el quórum de 2/3, por los distintos argumentos que se han dado: que vino del acuerdo del 15 de noviembre, que es un quórum muy alto, etcétera”.

A esto, agrega que lo óptimo sería que “en el ejercicio de la autonomía que tenga la Convención, abrirse al debate y eventualmente, si se logran las mayorías, aprobar un quórum distinto. Puede ser de 3/5, 4/7 o mayoría simple. Eso se puede debatir”.

Según fuentes cercanas al PC, existe la posibilidad que desde los Movimientos Sociales Constituyentes también apoyen su postura.

No obstante, la convencional Vanessa Hoppe (D21), independiente electa en cupo del PC, pero hoy es parte de los Movimientos Sociales Constituyentes (MSC), explica que en su colectivo “no estamos en contra de los 2/3 ni de los grandes acuerdos”, sino que quieren “facilitar que las demandas de la gran mayoría de los chilenos” y de quienes “delegaron sus confianzas en esta Convención, no puedan ser bloqueadas por una minoría obstructiva”.

Con esto, la abogada apunta a que el sector de derecha, “que ha demostrado querer obstaculizar las transformaciones” puede, aunque no tenga el tercio necesario para bloquear una discusión, “sabemos que han estado haciendo acuerdos con otros sectores”. Y añade que, en su criterio, “hay un bloque más tradicionalista; siempre ha habido un centro. Y ese centro puede hacer alianzas para lograr este tercio de bloqueo”.

¿Y qué alternativa propone Hoppe? “Lo que hemos querido es posicionar los plebiscitos dirimentes. Que sean las personas, mediante su voto, quienes puedan opinar respecto de aquellas materias que, alcanzando un quórum de 3/5, estas normas se remitan a la ciudadanía, y sean las personas las que voten y opinen al respecto”.

¿Tienen potestad?

Jiménez aclara que él sabe que “no tenemos las potestades para modificar la Constitución. Por lo tanto, podría llegar, en caso de lograrse un acuerdo, al igual que la propuesta de plebiscitos dirimentes, terminar con un mandato a los poderes constituidos para que hagan las reformas legales constitucionales pertinentes para que, si se aprueba el cambio a los 2/3, pueda llevarse a cabo. Un mandato hacia los poderes constituidos: al Congreso, al Presidente. Ambos tienen potestades para presentar proyectos de ley”.

Y que si se logra un acuerdo con más fuerzas cercanas a partidos políticos, como el Frente Amplio (FA) y el Colectivo Socialista, “el Congreso debería acoger la propuesta, porque tampoco puede desconocer a sus propios partidarios que están en la Convención”.

“Es perfectamente posible que el Congreso pueda acoger el llamado de la Convención, si es que acá se logran las mayorías necesarias para bajar el quórum. Como regla de votación, la mayoría debería ser más de dos tercios”, sentencia el abogado.

Diferente es el parecer de Ignacio Achurra, convencional del Frente Amplio, quien asevera que modificar la polémica norma es complejo, dada la composición del actual Congreso, y la imposibilidad temporal de esperar a las próximas elecciones.

“La única posibilidad de modificar el quórum es hacer una nueva reforma constitucional y eso lo veo inviable en términos políticos con el Congreso actual. Y con un nuevo Congreso, difícil, pero además podría retrasar muchísimo el proceso de toma de decisiones de la Convención, si es que estamos a la espera de lo que resuelva el nuevo Congreso que recién va a estar en marzo de 2022”, sentencia el actor.

“Esto excede, digamos, a nuestro actuar”, reconoce Hoppe. A lo que extiende que, si bien pueden existir convencionales que presionados por diversos factores, como el tiempo, “en pro de avanzar, en un primer momento se mocione en contra de los dos tercios, pero luego accedan a votar a favor pensando en que pueden existir los plebiscitos intermedios”, no se cierran al cambio: “Nuestra postura no es inflexible. No nos vamos a inmolar por los dos tercios. Porque queremos encontrar mecanismos de destrabe de la discusión y evitar, en el fondo, que exista una minoría que esté trabando las discusiones y evite los grandes cambios”.

Diferencias en Apruebo Dignidad

Las diferencias dentro de Apruebo Dignidad se han hecho públicas desde la elección de vicepresidentes y, desde que se votó en la comisión de Reglamento la opción de mantener los dos tercios, estas han incrementado y ha dado cuenta del “distanciamiento” que existe entre quienes son “aliados” el FA y el PC.

Otro ejemplo fue la conformación de un nuevo grupo al interior de la Convención, conformado por 16 convencionales llamado, el sub-comité “Frente Amplio más Independientes” o “Frente Amplio +”, en que ningún miembro del PC es parte.

Por un lado, desde el FA, mantienen la postura de que los cambios importantes y “transformadores” se pueden hacer bajo este quórum. “Hay manera de permitir que ese proyecto de una nueva constitución que cambie sustantivamente las condiciones de vida de los chilenos y chilenas ocurra con la norma de los dos tercios”, dice Achurra.

“La posibilidad de lograr un acuerdo de dos tercios le da sostenibilidad en el tiempo a la nueva constitución, y nos permite pensar que va a ser un acuerdo que represente no solo a una mayoría circunstancial, sino que a grandes mayorías”, cierra el militante de Convergencia Social.

Por su parte, Barraza (PC) indica que “somos parte de Apruebo Dignidad, tenemos una alianza en el plano político que tiene parlamentarios y también incorporó la elección de constituyentes, pero hemos tenido una diferencia que para nadie es desconocida” y que esa “diferencia tiene que ver con una valoración del acuerdo del 15 de noviembre que es diferenciada”.

“Para nosotros, normas restrictivas como los dos tercios, que buscan atenuar la intensidad de las transformaciones, versus nosotros, que nos parece que aquí hay que implementar mayor soberanía a la Convención Constitucional. A propósito, que es poder originario mandatado por el pueblo”, finaliza el psicólogo.

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