Martes 07 septiembre de 2021 | Publicado a las 12:33
· Actualizado a las 17:35
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La ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, decretó emergencia agrícola para las regiones de Bío Bío y Ñuble, por la sequía que afecta a gran parte del país.
Así las zonas se suman al fondo de emergencia, el que es por un total de 8 mil millones de pesos.
Según informaron desde el Ministerio de Agricultura, esto se complementará con recursos de los Gobiernos Regionales, además de las otras medidas que fueron anunciadas previamente por el presidente Sebastián Piñera.
Cabe precisar que se anunció la declaración de emergencia por déficit hídrico para las 54 comunas de ambas regiones (33 en Bío Bío y 21 en Ñuble).
La ministra Undurraga sostuvo que esto implica una agilidad en la entrega de los recursos, y que los Gobiernos Regionales y las autoridades locales verán en cada uno de los casos, cuál es la mejor medida a tomar para cada productor y la mejor forma de atender las necesidades.
Por su parte, el delegado presidencial del Bío Bío, Patricio Kuhn, señaló que el cambio climático llegó para quedarse, frente a lo cual hay que ser parte de la solución y no sólo del problema. Llamó a cuidar el agua, teniendo en cuenta los indicadores que presenta la región y que llevaron a sumarla a este decreto de emergencia.
El delegado mencionó que especialmente comunas de las provincias de Bío Bío y Arauco están siendo afectadas por la escasez de precipitaciones. Sin embargo, Ana Albornoz, alcaldesa de Santa Juana, comuna rural de la provincia de Concepción, sostuvo que este anuncio fue posible gracias a que en esa zona levantaron la voz.
Por su parte, el alcalde de Ñiquén en Ñuble, Manuel Pino quien también es presidente de la Asociación de Municipalidades Rurales, valoró el anuncio, indicando que “viene a ayudar a nuestros agricultores, sobre todo de comunas tan rurales como la nuestra”.
La ministra Undurraga enfatizó que estas medidas inmediatas deben complementarse con otras de mediano y largo plazo que buscan adaptarse a una situación que ya no es una emergencia puntual, sino que se ha convertido en una realidad estructural debido al cambio climático.
