La extracción ilegal de algas pardas en la región de Tarapacá preocupa al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
Lo anterior porque el volumen explotado de manera irregular e incautado entre el 1 de enero al martes 16 de marzo representa más del doble de lo registrado durante todo 2020.
De acuerdo al director de Sernapesca en Tarapacá, Marcelo Moreno, en lo que va del año se han incautado 5.300 kilos de algas extraídas ilegalmente, lo que el año anterior totalizó 2.484 kilos en doce meses.
“Hemos tenido muchas más incautaciones de alga seca en la playa. Tenemos un incremento en el número de agentes barreteando, no inscrito como alguero recolector en el Registro Pesquero Artesanal”, dijo.
De acuerdo a Moreno, dar con estas personas es complejo porque al advertir la presencia de los fiscalizadores se dan a la fuga o se desentienden del alga acopiada en la playa, por lo que no se les puede imputar la infracción.
“Desde enero a la fecha estamos saliendo dos veces por semana hacia distintos puntos de extracción que se definen en base a un análisis de riesgo, además de las denuncias que ingresan, pero es muy difícil dar con los responsables”, comentó.
La mayor parte de los hallazgos se produce en la zona sur de la región, donde también existe presencia de migrantes irregulares que se dedican a esta actividad, alertó.
El gran aumento de la explotación ilegal está dañando severamente la sustentabilidad del recurso, que es sustento de muchas familias que están debidamente inscritas y que hacen una extracción normada y responsable.
“Estamos con un programa de vigilancia muy estrecha de las plantas picadoras y que procesan algas, con controles de bodegas y de stock. Actualmente, tenemos cerca de diez plantas trabajando en la zona, iniciaremos un proceso de actualización de este registro y procederemos a caducar los permisos de plantas que no hayan declarado operación en los últimos cuatro años”, aseguró la autoridad.
