Según han mencionado distintos especialistas, se espera que tras la cuarentena haya un “baby boom”. Este fenómeno incluso fue mencionado por la Organización Mundial de la Salud, quien declaró esperar un aumento de embarazos no deseados. La evidencia demuestra que lo mismo sucede con los animales.
El zoológico ubicado en Qalqiya, en Cisjordania, estuvo cerrado por dos meses. Según confirmaron, nacieron tres veces más crías de lo que esperaban de especies como pavos, avestruces y monos, entre otros. Se cree que la falta de visitantes, y por ende espectadores, además de la presión generada por la interacción humana, habrían sido claves para esta triplicación de nacimientos.
El caso del avestruz del recinto palestino es el más destacable: estas criaturas, cuando están en cautiverio, suelen ser asistidas para la incubación. Esta vez, sin embargo, el ave pudo construir su propio nido sin ayuda y produjo once huevos.
El Bioparque Ukumarí, ubicado a 16 kilómetros de Pereira, Colombia, también cerró por la pandemia. “En medio de la soledad que implica que no haya visitantes […] los incrementos en la reproducción significan para nosotros una gran alegría” declaró el director científico del zoológico, Néstor Varela.
Desde el 6 de marzo, han nacido dos suricatos, dos avestruces, dos búfalos y un venado cola blanca. Es la primera vez que los suricatos se reproducen en el complejo, y con los avestruces sucedió lo mismo que en Cisjordania: por primera vez empollaron e incubaron solas.
Pero la falta de personas no sólo trajo nacimientos, sino también problemas económicos. “Vivimos de las entradas de los visitantes”, declaró Sandra Correa, gerente del centro de conservación. Se presenta una paradoja: por un lado, el parque ecológico sufre financieramente la falta de visitantes, pero al mismo tiempo aumentó la actividad reproductiva por este motivo.
Más de 140 nuevos elefantes en Kenia
Al otro lado del mundo, en Siberia, Andrei Gorban, director del zoológico Royev Ruchey de Krasnoiarsk, asegura que la ausencia de visitantes ha fomentado y aumentado el apareamiento entre algunos animales, pero que para otros ha sido confuso. “Muchos están ansiosos porque no entienden los que está pasando”, declaró Gorban, quien explicó que están acostumbrados a tener constantemente visitas.
Sin embargo, una de las cifras más sorprendentes la presenta el parque nacional Amboseli, en Kenia: desde el inicio de la pandemia en marzo, al menos 140 elefantes han nacido. Se estima que en África quedan 415.000 elefantes, por lo que esta noticia ha sido muy bien recibida, pero la preocupación por pérdida de hábitat y caza furtiva de paquidermos no ha disminuido ya que en un siglo el número de ejemplares ha caído más de 80%.
Sólo en el acuario de Zaragoza habían vivido un fenómeno como este. El año 2015, vivieron un baby boom en las instalaciones: se reprodujeron hasta 30 especies (15 peces, 11 reptiles, 3 mamíferos y 1 artrópodo). Javier González, zoólogo y director técnico del Acuario declara que “este año ya hemos superado esta última cifra, y todavía quedan semanas por delante”. Todo apunta a que la cantidad de nuevas crías siga aumentando.
Pero no sólo los animales en cautiverio han vivido una multiplicación explosiva. En los Pirineos catalanes, técnicos que hacen seguimiento de los osos que viven en libertad detectaron que al menos nueve cachorros han nacido este año, de seis madres diferentes. Esperan ver más en los próximos meses y superar las cifras de años anteriores. En 2019 se registraron sólo 10 nuevas crías, cantidad que no se veía desde 2016 y 2017.
Las tortugas marinas también se encuentran en baby boom, según informan medios españoles. Se han encontrado nidos de estas criaturas en playas de Castellón, Ibiza, Murcia y Barcelona.
