Investigadores lograron descifrar el genoma de un homínido primitivo, el hombre de Denisova, y compararlo con el de los hombres de Neanderthal y los seres humanos modernos, usando una muestra de ADN extraída de un hueso que tiene unos 80.000 años.

Sus análisis, publicados este jueves en la revista estadounidense Science, indican que la diversidad genética de los hombres de Denisova era muy escasa, pero que una parte considerable de sus genes se transmitieron a habitantes actuales de Asia del Sudeste, en particular a los papúes.

Se dispone de muy pocos restos fósiles del hombre de Denisova. Se trata de fragmentos de una falange de dedo meñique que perteneció a una niña de unos siete años de edad, los cuales se descubrieron en 2010 cerca de un diente, en una gruta de Siberia.

Svante Päabo, del Instituto Max Planck de Leipzig (Alemania) y su equipo inventaron una técnica para desenredar la doble hélice del ADN y analizar separadamente cada una de las hebras.

“El descifre de un genoma extinto fue de una precisión sin precedentes”, aseguró el principal autor del estudio, Matthias Meyer.

Los científicos lograron determinar que la diversidad genética de los hombres de Denisova era muy inferior a la de los hombres actuales. Esto probablemente se deba a que la población inicial de hombres de Denisova era reducida y que aumentó rápidamente a medida que se extendían por una vasta zona geográfica, de Siberia al sur del Pacífico.