“Muchas de las bandas de delincuentes en Chile son de extranjeros”, fueron los dichos de Sebastián Piñera que generaron gran debate entre los posibles presidenciables y a nivel nacional.

En conversación con Expreso Bío Bío, Felipe Berríos, sacerdote jesuita que trabaja con inmigrantes en el campamento La Chimba de Antofagasta, fue enfático en negar estas acusaciones en base a su experiencia.

“Yo no soy experto en las leyes sobre inmigración, yo vivo con inmigrantes y comparto con ellos diariamente, me parece que es un tema bastante delicado, sobre todo el momento que está viviendo el mundo de globalización, nacionalismo. Es un tema muy fácil de explotar en campañas políticas pero también muy peligroso, porque uno puede crear un cierto prejuicio, mirar con sospecha a los inmigrantes y sobre todo cuando son latinoamericanos, yo creo que eso no se debe aceptar, porque es algo que no solo no es verdadero sino que además muy peligroso”.

En cuanto a los dichos de Piñera, Berríos sostuvo que “no es así, las estadísticas lo demuestran yo he conversado con Carabineros acá en Antofagasta, con Investigaciones y no es así, no son más la cantidad de delincuentes, ni siquiera proporcionalmente comparados con chilenos, en cifras no es así”.

Y agregó que “lo que pasa que cuando hay un migrante involucrado en algún delito, suele ponerse primero el apellido: peruano hizo tal cosa, colombiano…entonces se va creando una atmósfera“.

Ante esto, dijo que es bastante complicado, porque esto despierta prejuicios y miedos “que uno no saben dónde pueden parar”.

Además, sostuvo que la dificultad que se les pone a los extranjeros para que regularicen su situación esto da pie para que “se les de el control a las mafias”.

De alguna manera estás presionando para que la gente entre a la mala o para que se activen y crezcan estas mafias que arriendan contratos ficticios o cartas de invitación, etc., que es lo que ha ido pasando, entonces es gente que viene engañada al país y son tomadas por estas mafias abusadas y explotadas por ellos, mafias donde muchas veces hay chilenos detrás“.

“Entonces nosotros tenemos que combatir esas mafias, y la manera es dando visas de trabajo a la gente, porque además, tu así tienes un control sobre eso, si no son personas que nunca sabes que han entrado al país ni dónde están”, indicó.

En la misma línea, dijo que lo mismo le ocurre a los chilenos cuanto son catalogados de “lanzas”, lo que para él son prejuicios “que se van armando que pueden partir de ciertos hechos pero que crean una conciencia colectiva que es falsa”.

Destacó además, las dificultades y también el esfuerzo que tienen los extranjeros una vez instalados en Chile.

“Yo vivo aquí en un campamento donde el 97% son todos migrantes y se levantan temprano a trabajar y trabajan muchos de ellos sin contrato, se sacan la mugre trabajando, porque tienen que mandar plata a su casa, porque el arriendo todo les sale más caro al ser extranjeros, no tienen redes de contactos, es gente trabajadora, pagan las imposiciones mucho más en proporción que los chilenos”.

“Acá tenemos un centro de formación donde viene gente a aprender a leer y a escribir, aprender un oficio y vienen todos los días, tenemos un 86% de permanencia, es gente que ha venido todos los días”, manifestó.

“Por eso me irrita cuando se empieza asociar al extranjero con la delincuencia, al colombiano con la droga o al peruano, o a la mujer colombiana con la prostitución, o creo que eso te muestra una estupidez del chileno tremenda“.

En este contexto, relacionó la diferencia que se hace entre los extranjeros latinoamericanos y los europeos.

“Si el extranjero que viene es europeo le abrimos las puertas totalmente, tenemos un prejuicio un clasismo, que muestra una ignorancia de nuestra parte tremenda”, puntualizó.

Escucha la entrevista realizada por Álvaro Escobar y Katherine Ibáñez en Expreso Bío Bío: