La ministra del caso Matute, Carola Rivas, que investiga el caso desde hace dos años y luego de una semana que generó altas expectativas, con nuevas diligencias, interrogatorios, sospechosos y detenidos, reveló que una de las hipótesis que se maneja tiene relación con la llamada “arista homosexual”.

“Estamos investigando grupos cuyo denominador común sea ese, pero más que nada encontrar el ambiente de esa fiesta electrónica” y si se estaba utilizando algún tipo de droga en el lugar, dijo Rivas en conversación con Radio Bío Bío.

Se trata de una línea que hace 17 años se indagó, pero que después fue dejada de lado, y que tendría que ver con personas del ambiente gay que estaban la madrugada del 20 de noviembre de 1999 en la discoteque La Cucaracha y pudieran tener conocimiento de lo ocurrido.

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Rivas admite que hay sospechas de la comisión de un ilícito, y se investiga en qué momento ocurrió, si a partir del suministro del pentobarbital u otro instante, pero buscando establecer cómo muere y cómo llega al lugar en que fue encontrado, a orillas del río Bío Bío, en el camino a Santa Juana.

“Estas dos líneas de investigación más concretas y donde estamos tratando de cerrar los cercos es primero, la forma de cómo ingirió este medicamento y segundo quién se hizo cargo de su cuerpo y lo fue a botar a 30 kilómetros del lugar (La Cucaracha)”, expresó Rivas.

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La ministra no piensa que la o las personas fueran sólo a lanzar el cuerpo. “Aparecen sus restos en un lugar de difícil acceso, sin documentación, entonces parece más claro que en ese punto sí hay un ilícito”, afirmó.

Además, reitera las sospechas respecto del guardia de la discoteque Cristián Montes y su pareja Cherie Ruiz, a partir de todas las informaciones falsas que entregaron al inicio de la investigación, confirmando que esas personas son las dos últimas que ven con vida a Jorge Matute.

En cuanto a por qué se sospecha de ellos y no de otras personas, por ejemplo de los 7 jóvenes procesados en su momento por obstrucción a la justicia, indicó que en ese caso se trataba sólo una estrategia de defensa del grupo.

Sobre los plazos que maneja, indicó que “trabajamos de manera tal que sea en el menor tiempo posible”.

“Tengo conciencia que los dos años que han pasado son excesivos, por una investigación que cuando la tomé ya llevaba 14 años. En este sentido, no puedo, por más que quisiera dar una fecha de tope, porque mi fecha de tope es cuando la causa esté resuelta”, aseguró.

La ministra Carola Rivas se trasladará a Santiago para seguir con una serie de interrogatorios, de los cuales no quiso dar mayores antecedentes.