Como venganza, calificaron algunos parlamentarios de la Unión Demócrata Independiente (UDI) la noticia de la demora en la entrega de recursos para el proyecto de restauración y ampliación de la Catedral Evangélica.

Para el miembro de la comisión de Obras Públicas de la cámara, el diputado Gustavo Hasbún, este hecho atenta contra la libertad de culto. El parlamentario agregó que si la presidenta Michelle Bachelet se molestó por lo que el mundo evangélico expresó durante el Te Deum, en contra de las políticas públicas como la despenalización del aborto en tres causales y el matrimonio igualitario, no debió manifestar su ira de esta manera.

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En tanto, Enrique van Rysselberghe acusó que con esta reacción, el Gobierno da la señal de que castiga a quienes piensan diferente.

Respondió la vocera de Gobierno, Paula Narváez, descartando las acusaciones, las que dijo no tienen “nada que ver con la realidad”, y destacó que la Catedral Evángélica se trata también de un patrimonio nacional.

Según informó este lunes La Tercera, el 09 de octubre del año pasado, se firmó un acuerdo entre los ministerios de Obras Públicas, Desarrollo Social, el Gobierno Regional Metropolitano y la Catedral Evangélica por un total de $5.969.282 millones, para mejorar los estándares de seguridad y confortabilidad del lugar, declarado Monumento Histórico en 2013.